En los días pasados se han sucedido en Pakistán ataques violentos contra los cristianos, saqueos de iglesias y profanación de biblias. La sucesión de estos hechos por múltiples grupos de islamistas radicales ha hecho que el número de detenidos tras ser denunciados por terorrismo llegue ya a las 600 personas. Además, las organizaciones humanitarias han dado una señal de alarma por los incidentes y piden más seguridad para las minorías religiosas.
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Medidas de seguridad
La policía de Faisalabad (Pakistán) ya ha abierto dos grandes causas por terrorismo por el saqueo e incendio provocado contra casas de cristianos, así como contra una iglesia, según el portal de noticias paquistaní Dawn. Unos ataques en los que se han identificado a ocho personas como líderes vinculados organizaciones islamistas extremistas como Tehreek-i-Labbaik Pakistan (TLP). El pasado miércoles, 16 de agosto, en la zona industrial de Jaranwala, en la misma región, una muchedumbre enfurecida saqueó cinco iglesias e incendió una de ellas, profanó biblias, atacó casas de cristianos y destrozó un cementerio cristiano. Todo ello como respuesta al rumor de que dos cristianos habían profanado el Corán.
Los medios locales informan de que en algunas mezquitas se dio veracidad al rumor y se emplearon los altavoces para pedir a los musulmanes que tomaran represalias. Mientras el primer ministro interino, Anwaar ul Haq Kakar, anunció en X (la red conocida como Twitter) medidas severas contra quienes “violan las leyes y atacan a las minorías”. También organizaciones internacionales han condenado los hechos. Mientras, aseguran las agencias misioneras, los cristianos protestantes, católicos y anglicanos de la región están “extremadamente asustados y huyen por temor a nuevos ataques”.