“Es un robo a la democracia”. Así ha dicho, tajante, Arturo Peraza, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, administrada por los jesuitas en Venezuela, sobre el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA) en Nicaragua.
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El sacerdote, en conversación con Radio Fe y Alegría, rechazó la desproporcionada medida que atenta contra el derecho a la educación, porque “cuando clausuran una universidad, están clausurando la oportunidad de miles de jóvenes de estudiar y le estás haciendo daño al futuro de tu propio país”.
Además ha lamentado el ataque sistemático que el dictador Daniel Ortega, junto a su mujer Rosario Murillo, emprendió contra la Iglesia: “Se ha ensañado particularmente con la iglesia católica y a la Iglesia le ha tocado sufrir actos de persecución, como es el caso del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, “encarcelado injustamente”.
La misma receta
Peraza señala que estos tipos de ataque contra los jesuitas han ocurrido a lo largo de la historia reciente. Recordó que en 1989, en El Salvador, en la UCA de ese país varios sacerdotes fueron asesinados por “defender la democracia, derechos humanos y la reconciliación”.
“Este grupo de jesuitas no estaban armados, solo usaron su intelectualidad para tratar de encaminar a la sociedad en función de la defensa de los derechos humanos, que es lo que hace una universidad”, indicó.
Aunque el contexto actual en Managua “es distinto” la receta es la misma, puesto que están siendo cercenados “la libertad de pensamiento, la capacidad de la búsquedas de alternativas de oportunidades, el utilizar el debate libre como modo de ejercicio permanente del ser humano”.
La libertad de expresión –considera el jesuita – “molesta a grupos dictatoriales, sin importar si son de derecha o izquierda y la reacción es atacar”.
Foto: UCAB
