El prelado estadounidense afirma en el prólogo a un folleto de los tradicionalistas que la asamblea traerá “la misma confusión, error y división” que el Camino Sinodal alemán
El cardenal estadounidense Raymond Burke, uno de los críticos con algunas de las decisiones del papa Francisco, ya calienta motores de cara al próximo sínodo sobre la sinodalidad. Lo ha hecho en forma de prólogo a un folleto de unas 100 páginas titulado “El proceso sinodal es una caja de Pandora: 100 preguntas y respuestas” escrito por José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue y editado por Sociedad Americana para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP).
Si tras el sínodo de la familia y ‘Amoris Laetitia’ llegaron los ‘dubia’ ahora Burke critica el proceso que rodea al sínodo, calificándolo de profundamente perjudicial y potencialmente cismático. Para Burke hay “una situación gravísima en la Iglesia de hoy” que “preocupa con razón a todo católico reflexivo y a las personas de buena voluntad que observan el evidente y grave daño que está infligiendo”. “Se nos dice que la Iglesia que profesamos, en comunión con nuestros antepasados en la fe desde el tiempo de los apóstoles, como Una, Santa, Católica y Apostólica, ahora debe ser definida por la sinodalidad, un término que no tiene historia en la doctrina de la Iglesia y para el que no existe una definición razonable”, critica el purpurado.
Para Burke, lo sinodal y la sinodalidad “se han convertido en eslóganes detrás de los cuales se esconde una revoluciónpara cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia, de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado”. Y en este sentido apunta a la experiencia del Camino Sinodal alemán ya que el tema del sínodo “no es una cuestión puramente teórica, pues la ideología ya se ha puesto en práctica, desde hace algunos años, en la Iglesia en Alemania”. Ahora, recalca, este proceso ha extendido “salvajemente” tanto “la confusión y el error como su fruto, la división –de hecho, el cisma–, con grave perjuicio para muchas almas.” “Con el inminente Sínodo sobre la Sinodalidad, es de temer, con razón, que la misma confusión y error y división se abatan sobre la Iglesia universal”, advierte. “El estudio de las preguntas y respuestas ayudará a los católicos sinceros a ser ‘colaboradores de Cristo en la verdad’, como están llamados a ser todos los miembros de la Iglesia, y a ser así agentes de la renovación de la Iglesia en nuestro tiempo, fieles a la Tradición Apostólica”, concluye en referencia al folleto.