El ministro de Educación, Gabriel Attal, apela a la laicidad tras las críticas de la comunidad islámica por la prohibición de la túnica femenina
“La abaya no tiene cabida en nuestras escuelas”. Así de rotundo se ha mostrado el el ministro de Educación francés, Gabriel Attal, en medio de la polémica que está marcando el inicio del curso escolar en el país vecino. Y es que el Gobierno francés está siendo acusado, principalmente desde algunos sectores políticos de la izquierda de perseguir a la comunidad musulmana por su decisión de prohibir en los centros educativos la abaya, una túnica femenina islámica.
Para el Gobierno de Francia esta medida se ha tomado para garantizar la laicidad en las aulas. Además, según Attal, la medida es extensible a cualquier signo de índole religiosa. No es una polémica nueva en Francia que en 2004 ya aprobó una ley que prohíbe la exhibición de símbolos religiosos –aunque esta prenda en concreto había ido sorteando la aplicación de dicha norma–, pero Attal cree que es momento de avanzar en materia de laicidad, según recoge Europa Press.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, también ha defendido que la abaya “evidentemente” es un símbolo religioso y que la intención del ejecutivo es mantener que “la escuela es un templo de laicidad“, señaló en la cadena BFM TV. El líder de Los Republicanos –partido conservador–, Eric Ciotti, también ha respaldado la medida, así como el ultraderechista Eric Zemmour han dicho que es “un buen primer paso”. El Partido Socialista, por su parte, ha lamentado esta polémica y para Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), se trata de “una nueva guerra religiosa absurda”, emprendida de manera “artificial”. Datos publicados por la prensa francesa señalan que el uso de la presa se duplicó de 2022 a 2023.