La Iglesia en el país se suma a la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebra este 1 de septiembre
Este 1 de septiembre se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por el papa Francisco el año 2015, a la que se suman los obispos de Estados Unidos con la iniciativa ‘Tiempo de la Creación’, a efectuarse desde este día hasta el 4 de octubre, día en que se festeja a san Francisco de Asís, santo patrono de la ecología.
En un mensaje, los obispos norteamericanos clamaron por un estilo de vida ecológico que -aclaran- “no se trata de pauperismo o austeridad, sino de una invitación a la modestia y a la sencillez, que aumenta nuestra libertad para vivir como se debe, sin importar nuestros medios económicos”.
Explicaron que vivir con sencillez implica que tanto los pobres como los ricos “compartan un bien común… que haya solidaridad con los seres humanos y con la creación, recordando de dónde vienen en última instancia todos los recursos”.
El mensaje fue emitido por el presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, Borys Gudziak, así como por el obispo de Rockford y presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la USCCB, David J. Malloy, a nombre de los obispos norteamericanos.
Cabe recordar que el papa Francisco designó como tema del ‘Tiempo de la Creación’ de este año: “Que la justicia y la paz fluyan”, inspirado en las palabras del profeta Amós: “Que el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente inagotable”.
Los obispos resaltaron en particular la geografía e historia de Estados Unidos, con sus ríos y sus mares, que han sido “fuentes de vida, bienestar económico, biodiversidad, recreación, inspiración y belleza, además de ecosistemas, abundantes vías fluviales de nuestro país que han traído granjas productivas y florecientes urbanizaciones”.
Sin embargo, lamentaron que, junto con la prosperidad económica y el ingenio, “nuestras vías fluviales se han llenado de contaminación y basura, trayendo injusticia a los pueblos y las criaturas”.
Por lo anterior, consideraron necesario una conversión ecológica: “el papa Francisco nos invita a ‘transformar nuestra contribución al caudaloso río de justicia y paz’… comenzando por nuestros corazones, guiados por el Espíritu Santo, que las poderosas imágenes del agua nos inspiren hacia la conversión ecológica“.
Los obispos hicieron énfasis a que en este ‘Tiempo de la Creación’, cuando se trata del estilo de vida, se “considere la simplicidad del agua. El papa Benedicto XVI advirtió sobre el peligro de ‘una especie de súper desarrollo derrochador y consumista’, que es escandaloso en un mundo donde persisten desigualdades flagrantes”.
En Estados Unidos, “con nuestra vasta economía, nos enfrentamos a una tentación perenne de vivir más allá de nuestras necesidades. Sin embargo, con brechas de ingresos y la diferencia entre ricos y pobres es cada vez mayor, por lo que muchos hermanos y hermanas carecen de lo básico”.
Aclararon que no está mal buscar la prosperidad y disfrutar de los placeres de las cosas, pero “consideremos nuestras elecciones de estilo de vida y fomentemos una mayor generosidad hacia los que menos tienen”.
En su mensaje también hicieron un llamado a buscar la justicia ambiental en las políticas públicas, pues “son éstas las que afectarán significativamente para cambiar el curso de nuestro futuro medioambiental”.
Consideraron necesario buscar una “descarbonización rápida -una revolución energética- para abordar seriamente el cambio climático, pero sin hacerlo a costa de los pobres y desfavorecidos… Los pobres son los que más sufren el cambio climático y las consecuencias”.
“Las naciones pobres en energía están cada vez más dominadas por las condiciones para proporcionar energía básica mientras el mundo se aleja de los combustibles fósiles”, agregaron.