“En el Sínodo no hay lugar para la ideología, es otra dinámica. El Sínodo es el diálogo, entre los bautizados, sobre la vida de la Iglesia, sobre el diálogo con el mundo, sobre los problemas que afectan hoy a la humanidad. Pero cuando se piensa en tomar un camino ideológico el Sínodo termina. Confrontar, entre hermanos y hermanas, y confrontar la Doctrina de la Iglesia”. Así lo ha expresado el papa Francisco en la rueda de prensa del avión que le ha traído de regreso a Roma desde Mongolia, donde ha estado desde el 31 de agosto.
Al ser preguntado sobre el Sínodo, el Pontífice ha recordado que no es ninguna invención suya, sino de san Pablo VI. “Cuando terminó el Concilio Vaticano II, se dio cuenta de que en Occidente la Iglesia había perdido su dimensión sinodal; la Iglesia Oriental lo tiene. Por ello creó la Secretaría del Sínodo de los Obispos, que en estos sesenta años ha llevado a cabo la reflexión de manera sinodal, con progreso continuo, hacia adelante”.
En el mismo sentido, ha continuado: “Cuando se cumplieron cincuenta años de esta decisión de san Pablo VI, firmé y publiqué un documento sobre lo que es el Sínodo, sobre lo que ha avanzado. Y ahora ha avanzado, ha madurado más, y por eso me pareció muy bueno tener un Sínodo sobre la sinodalidad, que no es una moda, es algo viejo, la Iglesia Oriental siempre lo ha tenido”.
Una de las principales preocupaciones de Jorge Mario Bergoglio sobre este proceso es “salvaguardar el clima sinodal”. “Este no es un programa de televisión donde se habla de todo. No. Hay un momento religioso, hay un momento de intercambio religioso. Sin este espíritu de oración no hay sinodalidad, hay política, hay parlamentarismo”, ha sentenciado.
Los vaticanistas a bordo del vuelo han insistido en la necesidad de que los medios de comunicación tengan acceso a las sesiones del Sínodo. Sin embargo, Francisco ha hecho hincapié en que no es el objetivo saber si hubo alguna discusión entre dos personas, porque “esto es política”. Por eso, ha defendido que la Comisión de Comunicación tiene la misión de comunicar en espíritu sinodal.
En relación al Sínodo, el enviado especial de Vida Nueva a Ulán Bator, Antonio Pelayo, preguntó al Pontífice sobre las críticas a este proceso, citando un nuevo libro con prólogo del cardenal Raymond L. Burke que dice que el Sínodo es la caja de Pandora de donde saldrán todas las calamidades para la Iglesia. Sin citar al purpurado en cuestión, Francisco ha señalado que “siempre que se quiere desprender el camino de la comunión en la Iglesia, lo que siempre se desprende es la ideología”.
A este respecto, ha añadido: “Defienden una doctrina entre comillas, que es una doctrina como agua destilada, no sabe a nada y no es la verdadera doctrina católica que está en el Credo. Y que muchas veces escandaliza. ¡Qué escandalosa es la idea de que Dios se hizo carne, que Dios se hizo hombre, que la Virgen conservó su virginidad! Esto es impactante”.
Más allá del Sínodo, también se le ha preguntado sobre su próxima encíclica, presentada como una segunda parte de ‘Laudato si”. “Se dará a conocer el día de San Francisco, el 4 de octubre, y es un repaso de lo sucedido desde la COP de París, que tal vez haya sido la más fructífera hasta la fecha. Hay algunas novedades sobre algunas COP y algunas cosas que aún no se han resuelto y es urgente resolverlas. No es tan grande como ‘Laudato si” pero lleva Laudato si’ hacia cosas nuevas y también un análisis de la situación”, ha finalizado.