“Estamos en la fase de identificar las necesidades y centrarnos en qué hacer y cómo actuar”, señala el responsable de la entidad caritativa de la diócesis de Rabat
Mientras las cifras de muertos en el terremoto de Marruecos aumentan, acercándose a los 2.500 fallecidos, los equipos de socorro aún no han llegado a algunas de los pueblos de las regiones más afectadas por el seísmo. Así lo ha señalado el sacerdote Oscar Arturo Garçia Padilla, director de Cáritas en Rabat, en una entrevista a la agencia SIR. Tras visitar la zona afectaba declaraba que su mayor preocupación “es recuperar el mayor número posible de tiendas de campaña, porque se acerca el frío y los pueblos más afectados están en las montañas”.
Para el sacerdote esta “situación de emergencia durará todavía mucho tiempo y las casas están totalmente destruidas”. Y es que en algunas zonas la gente está durmiendo a la intemperie y hacen faltan generadores de electricidad por todos lados. “Estamos en la fase de identificar las necesidades y centrarnos en qué hacer y cómo actuar”, señala el director que se ha reunido con la Cáritas local de Marrakech, que es la que más demandantes con diferentes necesidades tiene a sus puertas.
En las montañas, confesaba, encontró “daños evidentes en los edificios. La gente tiene miedo. Duermen fuera de sus casas. Se ven tiendas de campaña por todas partes, pero lo que más llama la atención es un estado de caos evidente”. “Duermen a la intemperie y cuando les preguntas qué necesitan, lo primero que responden es grupos electrógenos para tener electricidad y también para poder comunicarse con el exterior, pudiendo recargar sus teléfonos. Necesitan tiendas capaces de acoger a personas frágiles y ancianas, pero también vimos niños con heridas que, aunque leves, no estaban desinfectadas. Así que también se necesitan botiquines de primeros auxilios”, reclamó el director. “De momento no tenemos muchas tiendas. Necesitamos tiendas fuertes para proteger a la gente. Por desgracia, esta situación de emergencia durará mucho tiempo y las casas están totalmente destruidas”, lamenta.