El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina expresó que no avalan a ningún candidato para las elecciones, pero seguirán reclamando principios irrenunciables
Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, respondió a algunas inquietudes que le llegaron sobre este momento particular del país que deberá comprometerse con las elecciones nacionales del próximo 22 de octubre.
Recordó que, después de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), se logró hacer una declaración conjunta con otros credos, titulada: “Declaración conjunta por un diálogo responsable y comprometido”. Allí, se aclaró que “es imposible construir un país sin diálogo y con insultos, gritos y descalificaciones. Nos preguntábamos como se va a gobernar un país dividido”. Además, afirmaron que no ayuda a la paz social el clima de violencia en las expresiones de los candidatos.
El obispo señaló que muchas veces el papa Francisco fue maltratado sistemáticamente por los medios de comunicación, lo que contribuyó a que no sea leído ni se haya difundido su palabra y su pensamiento. En este contexto, “uno de los candidatos se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades“. Parafraseó al obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, quien manifestó que el Pontífice es un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión. Y agregó que “también es un jefe de Estado al que se le debe un respeto particular“.
Con respecto a sus preocupaciones en tiempo de desesperanza y decepción que provoca la pobreza, Ojea dijo que le “preocupa mucho que haya aparecido un clima de autodestrucción”: un deseo de que todo se desborde para caer en el vacío, una enfermedad social que anula todo horizonte y proyecto; una suerte de “autoboicot”.
El presidente de la CEA también reafirmó los principios irrenunciables a los cuales la Iglesia adhiere y es un mensaje para todos los candidatos:
Respondiendo a la oficina de prensa del episcopado, el obispo de San Isidro subrayó que, desde la Iglesia, se intenta iluminar la conciencia de los fieles con los principios del Evangelio. “Ante un acto de enorme responsabilidad como es la emisión del voto respetamos la voluntad popular. No avalamos a ningún candidato en particular porque no es nuestra misión y no nos corresponde”, indicó.
Aseguró que su misión es pastoral y expresan principios para reflexionar sobre el futuro de este pueblo. Si bien esos principios pueden incomodar hasta a los mismos candidatos, de ninguna manera renunciaremos a la vocación primera de anunciar el Evangelio con libertad.
Recordó que para la Doctrina Social de la Iglesia la política es la más noble de todas las artes, como decía el Papa Pio XI y lo vuelve a refrendar el mismo Papa Francisco, quien en el capítulo 5 de Fratelli Tutti habla de la mejor política. Finalmente, aseveró que la vocación del político es transformar la realidad, hacerla más humana, para que las personas puedan desarrollar al máximo sus talentos y capacidades al servicio del bien común.