“Vivimos un encuentro importante y vital con el Santo Padre. Dos horas de diálogo fraterno, abierto, sincero y auténtico. El Papa nos escuchó y nos dijo: ‘quizás dudéis con quién está el Papa y os aseguro que yo estoy con vosotros'”. Así lo ha declarado Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, después del encuentro con el que culminaba el Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana, que ha tenido lugar en Roma del 3 al 13 de septiembre.
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“Estas palabras del Papa, os aseguro que están con vosotros, fueron un mensaje de consuelo. Ahora nos toca a nosotros convencer a nuestra gente de este mensaje y transmitirlo bien”, añadía Shevchuk, respondiendo, tal como recoge SIR, a una pregunta sobre las recientes declaraciones del asesor del presidente ucraniano en las cuales Ucrania cerró las puertas diplomáticas al Vaticano porque “el Papa es prorruso”.
En este sentido, el arzobispo greco-católico afirmó haber hablado en los últimos días los embajadores de Ucrania ante la Santa Sede y en Italia, quienes se mostraron convencidos de que el “el asesor presidencial expresó su opinión personal” y no “la posición del gobierno ucraniano”. “En mi opinión”, señaló Shevchuk, “la opinión pública en Ucrania cree que no debemos despreciar a nuestros amigos porque sin el apoyo global de la comunidad internacional, Ucrania no resistirá”.
Misión en China y sacerdotes capturados
En cuanto a la misión del cardenal Zuppi en Beijing, Shevchuk ha apuntado que “es muy importante porque China es un actor geopolítico importante que siempre ha declarado su voluntad de colaborar por la paz”. “Es una señal clara de que el Papa no se resigna a la guerra”, añadió. “La Santa Sede y el Santo Padre no son indiferentes a lo que sucede en nuestro país y buscan todas las posibilidades para poner fin a esta guerra sin sentido y deicida”.
Por último, en cuanto a los sacerdotes redentoristas capturados por los rusos, Shevchuk ha explicado que “estamos buscando todos los canales posibles para al menos conocer su destino”. “La última noticia que tenemos es que eran prisioneros de los rusos”, pero “no sabemos dónde están”. “Estuvieron en Berdyansk, en la ciudad donde fueron capturados, luego los trasladaron al territorio ruso ocupado y no hemos tenido noticias desde entonces”.
Por ello, la Iglesia greco-católica ucraniana ha “pedido a muchas organizaciones internacionales que al menos nos ayuden a tener noticias”, sobre todo porque “el padre Bodhan sufre de diabetes y no sabemos si todavía está vivo”.
