Francisco: “¡Si nunca hablas mal de los demás, habrás abierto la puerta a tu causa de canonización!”

El papa Francisco ha recibido este viernes en audiencia a los participantes en el V Congreso Mundial de los Oblatos Benedictinos, a quienes ha recordado que la vida benedictina se caracteriza ante todo “por una búsqueda constante de Dios, de su voluntad y de las maravillas que realiza”.

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Una búsqueda, ha dicho el Papa, que “se realiza ante todo en la Palabra, pero también en la contemplación de la creación, en dejarse interpelar por los acontecimientos cotidianos, en vivir su trabajo como oración, hasta hacer de los medios mismos de su trabajo instrumentos de bendición, y finalmente en las personas, hermanos y hermanas que la Providencia os proporciona y os hace conocer”.

“Un segundo rasgo importante”, ha continuado, “es el de la pasión por el Evangelio”. Así, ha recordado que “en un mundo globalizado pero fragmentado, apresurado y entregado al consumismo, en contextos en los que las raíces familiares y sociales a veces parecen casi disolverse, no hacen falta cristianos que señalan con el dedo, sino testigos apasionados que irradian la Evangelio”.

Por último, el Papa ha señalado que “el tercer rasgo de la tradición benedictina es el de la hospitalidad”. “Como oblatos, vuestro gran monasterio es el mundo, la ciudad, el lugar de trabajo, y allí estáis llamados a ser modelos de hospitalidad con respeto a quienes llaman a vuestra puerta y con predilección por los pobres”, ha aseverado.

El lenguaje: para alabar a Dios

Sin embargo, ha reconocido que “la tentación es cerrarse, y hoy, en nuestra civilización, en nuestra cultura, incluso cristiana, una de las maneras de cerrarse es la charla que ensucia a los demás”. Por ello, les ha instado a que “dejen que su lenguaje sea para alabar a Dios, no para charlar sobre los demás”.

“¡Si haces la reforma de vida de nunca hablar mal de los demás, habrás abierto la puerta a tu causa de canonización!”, ha dicho el Papa. “A veces, en cambio, parece que nuestra sociedad se está asfixiando lentamente en las cajas fuertes selladas del egoísmo, el individualismo y la indiferencia, y la charla nos encierra en esto”.