A través de un comunicado, se rechaza “cualquier lectura política partidista de una celebración religiosa”, pero no retirará el exvoto regalado: “Es una práctica común”
El Arzobispado de Toledo rechaza “cualquier lectura política partidista de una celebración religiosa”. A través de un comunicado, la Archidiócesis sale al paso de la tormenta mediática generada después de que en la iglesia de San Andrés de la capital manchega se impusiera el fajín del general Blas Piñar a la Virgen de la Alegría. Todo sucedió este fin des mana cuando se entregó a la imagen el fajín rojo del general retirado Blas Piñar Gutiérrez, hijo, con el mismo nombre, del fundador de la ultraderechista Fuerza Nueva, en presencia del propio militar y de concejales y concejalas del PP y Vox.
Desde el Arzobispado se desmarcan de lo sucedido, asegurando que desconocían tanto el acto de aceptación del exvoto para la Virgen, pero no se plantean rechazar el regalo. “En conversaciones con el párroco y la directiva de la Hermandad, han aclarado que se trataba de un acto netamente religioso sin ninguna connotación política”, reza el texto facilitado esta mañana.
A la par, se aclara que “la aceptación de exvotos ofrecidos a las imágenes de la Virgen es una práctica común que han llevado a cabo profesionales de diversa índole (deportistas, toreros, artistas…) y que, en este caso, quiso hacer un militar retirado como cofrade de la Hermandad, con aceptación de la junta directiva de la misma”.
A renglón seguido, se explicita que María es madre de todos los cristianos, por lo que la Iglesia de Toledo insta a que “se evite toda actitud que sitúe en el centro de una polémica a aquella que se preocupa sobre todo por la unidad de sus hijos en torno a la paz de Jesucristo”.