Las celebraciones de la Virgen de la Alegría en Toledo han tenido polémica este año al contar con la entrega, el pasado 17 de septiembre, de la entrada del fajín rojo del general retirado Blas Piñar Gutiérrez, hijo del conocido fundador del partido de ultraderecha Fuerza Nueva. El acto, al que acudieron concejales del PP y Vox, se celebró en la iglesia de San Andrés.
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Los medios locales han destacado que el párroco José Ángel Jiménez Frutos agradeció al general este “gesto profundo” y destacó que “la Virgen es generalísima de todos los ejércitos, la reina de nuestros corazones”. Por su parte, Piñar destacó en declaraciones a Radiotelevisión Diocesana de Toledo que “más que un honor personal, el fajín es una obligación que te imponen las propias Fuerzas Armadas para seguir adelante con la profesión que has elegido. La Hermandad lo ha solicitado. Es un esfuerzo colectivo por amor a Dios y España”.
Acto netamente religioso
La diócesis ha respondido a la “polémica suscitada por los acontecimientos relatados” aclarando que el arzobispado “desconocía tanto el acto de aceptación del exvoto para la Virgen de la Alegría como las supuestas quejas consiguientes de algunos cofrades”. Tras “conversaciones con el párroco y la directiva de la hermandad” aclaran “que se trataba de un acto netamente religioso sin ninguna connotación política” ya que “la aceptación de exvotos ofrecidos a las imágenes de la Virgen es una práctica común que han llevado a cabo profesionales de diversa índole (deportistas, toreros, artistas…) y que, en este caso, quiso hacer un militar retirado como cofrade de la hermandad, con aceptación de la junta directiva de la misma”.
Finalmente, el arzobispado “lamenta y rechaza cualquier lectura política partidista de una celebración religiosa” por lo que “ruega que se evite toda actitud que sitúe en el centro de una polémica” a la Virgen María.