El obispo Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado, ha intervenido en la reunión de Alto Nivel de la ONU sobre la paz en Oriente Medio desde su empeño en la defensa De los Santos Lugares y la presencia de la comunidad cristiana en la zona. “La Santa Sede está firmemente convencida de que la paz entre israelíes y palestinos, y en la región en general, beneficiaría a toda la comunidad internacional. Por ello, toda iniciativa de paz es bienvenida, incluida la Iniciativa de Paz Árabe, siempre que no vaya en detrimento de las poblaciones locales, ni de las legítimas exigencias de israelíes y palestinos”, reclamó.
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Dos Estados
El secretario también recordó que para el Vaticano “la administración de la ciudad de Jerusalén es un punto central de controversia que debe abordarse para lograr una paz estable y duradera. Es evidente que esta ciudad es muy importante para nosotros los cristianos, así como para los judíos y los musulmanes, que la consideran la Ciudad Santa”. Así, recordó la postura clásica de la Santa Sede que “considera Jerusalén no como un lugar de confrontación y división, sino como un lugar de encuentro en el que cristianos, judíos y musulmanes pueden convivir con respeto y buena voluntad mutua” a pesar de los “actos de intolerancia en Jerusalén, como los perpetrados recientemente por algunos extremistas judíos contra los cristianos” en la Ciudad Santa. Atentados contra los que reclama la actuación de Israel y que podrían ser sofocados, defendió una vez más, a través de “un ‘estatuto especial’ garantizado internacionalmente” como el Vaticano “lleva años promoviendo”.