La Conferencia Episcopal Española y las diócesis del noroeste de África están trabajando en una “guía atlántica de hospitalidad” para las personas que optan por esta ruta migratoria. Así lo ha desvelado esta mañana durante un encuentro con periodistas Xabier Gómez, OP, director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, en el marco de la presentación de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2023, que se celebra este domingo 24 de septiembre con el lema ‘Libres de elegir si migrar o quedarse’.
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“La Iglesia lleva la hospitalidad en su ADN. Estamos apelando a la cooperación internacional para responder al fenómeno, pues hagámoslo también desde la Iglesia”, ha dicho Gómez justificando la preparación de esta guía, que busca, con una “comunicación fluida entre países de origen y de tránsito, facilitar espacios seguros y recursos seguros a los migrantes.
En unos meses prevén tenerla lista y contará con una app móvil donde podrán encontrar lugares de acogida o aseo, información sobre los o trámites de protección internacional. En definitiva, “opciones para que pueden aliviar todas sus necesidades”. Por ahora, las diócesis españolas ya han aportado toda su información, al igual que las de Marruecos y Mauritania, pero el resto va algo más lento.
“Hospitalidad extrema”
En el encuentro también ha participado David Melián, abogado formado en el Servicio Jesuita a Migrantes que hoy trabaja en la Delegación de Migraciones de la Diócesis de Canarias, quien ha reclamado una “hospitalidad extrema” para hacer frente al desafío migratorio.
Recién llegado de Senegal, a donde se ha desplazado por segunda vez para conocer a las familias de personas que ha asistido legalmente a su llegada, reconoce que “cualquier migrante se quedaría en su casa si pudiera”. Y es que en Dakar ha sido consciente, una vez más, que ante un horizonte sin futuro “ningún joven tiene la posibilidad de decidir quedarse”.
Otros dos casos de éxito
Ante el lema de esta 109ª Jornada –‘Libres de elegir si migrar o quedarse’-, tanto Melián como Gómez piden que se codifique el derecho a no emigrar: “Este derecho que la Doctrina Social de la Iglesia recoge”. Pero, del mismo modo, “la Iglesia también promueve el derecho a emigrar, pero no de cualquier manera, sino en dignidad”, ha señalado el dominico. Del mismo modo, pide “vías seguras y legales para la inmigración, acogida digna y segura, y operaciones conjuntas de rescate y de búsqueda”.
El abogado canario ha defendido que “no podemos dar asistencia jurídica en el ámbito migratorio sin olvidar lo humano”. En este sentido, Gómez ha puntualizado que “la Iglesia lleva desde que existe vinculada a los migrantes, a la cultura de la diversidad. La Iglesia nunca se pone de lado ante los migrantes y refugiados, sino que se pone al lado de ellos”. Así, “la Iglesia aboga por el derecho a la ciudadanía plena de todos los desplazados”.
El religioso dominico ha insistido también en trabajar en red en el ámbito de las migraciones como una manera de hacer efectiva la sinodalidad. En este caso, ha puesto sobre la mesa dos casos de éxito: los corredores de hospitalidad que ya se están dando con migrantes llegados a Canarias que han llegado a la Península gracias a la acogida de otras diócesis, y la revitalización de la España vaciada a través de la Mesa del Mundo Rural.
