“En casi cinco meses la Santa Sede no ha intervenido para desautorizar las acciones del presidente de la República iraquí”, ha lamentado
Han pasado casi cinco meses desde que para el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca caldeo, empezaran las trabas burocráticas que le llevarían, en julio, a que tuviera que dejar Bagdad al ser revocado su reconocimiento institucional como Patriarca por parte del presidente iraquí Abdul Latif Rashid.
Ahora, el purpurado ha reconocido sentirse “decepcionado” por la posición de la Santa Sede, ya que “en casi cinco meses no ha intervenido para desautorizar las acciones del presidente de la República iraquí” ni para “distanciarse de quienes se definen como líderes cristianos”, ha dicho haciendo referencia a las Brigada de Babilonia, una milicia armada que se pretende cristiana pero que en realidad está afiliada a grupos chiíes proiraníes.
Su líder, Rayan ‘el Caldeo’ visitaba Roma y saludaba al Papa al final de la audiencia de la pasada semana. “Luego relanzó este encuentro ruidosamente en sus canales sociales, buscando legitimarse utilizando la autoridad eclesial pero acabó mostrando una profunda ignorancia porque habló del Ángelus… ¡el miércoles!”, ha expresado el cardenal a Asia News. “Sus palabras fueron un verdadero shock para los cristianos y musulmanes en Irak, porque se presentó una vez más como el verdadero representante de los cristianos. Guardar silencio ante estas declaraciones es inaceptable”.
Para Sako, el silencio ante estas palabras “acaba legitimando los ataques” contra él. “La Santa Sede podría haber hablado, haber dicho que la propaganda de este señor no es cierta, podría haber intentado calmar a la gente, a tantos cristianos y musulmanes en Irak que están sufriendo estos nuevos ataques, estas mentiras que hacen daño ante todo a nuestra comunidad”, ha aseverado, asegurando que incluso “el nuncio apostólico me invita al diálogo, no a humillar al presidente… pero aquí es el presidente quien humilla a la Iglesia y a su pueblo”.