La sonda OSIRIS-REx volverá esta semana a la Tierra con material para investigar, algo para lo que se ha contado con el sacerdote Robert J. Macke
Está a punto de volver a la Tierra la sonda OSIRIS-REx de la NASA, enviada en 2016, para el estudio de un asteroide con dirección a Bennu, a 200 km del planeta. Cuando llegue a Utah (Estados Unidos), previsiblemente, el próximo 24 de septiembre el Vaticano colaborará en la investigación de los fragmentos de roca y el polvo recogido por el dispositivo.
El observatorio astronómico de la Iglesia Católica cuenta con un dispositivo técnico capaz de analizar muestras de asteroides, por eso la NASA ha acudido a esta entidad. Este proyecto, según ha destacado la web especializada Space.com, busca analizar un asteroide que sería “uno de los más peligrosos conocidos en la actualidad”, ya que su trayectoria podría ser letal si choca con la Tierra, además podría ofrecer pistas sobre cómo pudo originarse la vida en el planeta.
Además, el sacerdote Robert J. Macke colaborará en este proyecto y además contar con los recursos del observatorio, también tiene una colección inmensa de restos de meteoritos con unos 1.200 objetos inventariados. Este religioso es también el creador de un dispositivo capaz de estudiar meteoritos, por ello se trasladará temporalmente al Centro Espacial Johnosn de la NASA en Houston, según Xataka.