“La prohibición solo conduce a tabúes y silencios”, ha dicho Georg Bätzing
Para Georg Bätzing, obispo de Limburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, la Iglesia no debería prohibir el acceso de los homosexuales al orden sacerdotal, ya que esto “solo conduce a tabúes y silencios”. Así lo ha expresado –como lo confirmaría después un portavoz del Episcopado a la Agencia Católica de Noticias (KNA)– en una entrevista en el programa ‘Tag für Tag’ de la cadena alemana Deutschlandfunk.
Para Bätzing, el Vaticano debe abandonar esta regla, y, al ser preguntado acerca de si era correcto “excluir del sacerdocio a alguien que se declara gay, pero tolerar la homosexualidad secreta” el portavoz de Bätzing señaló que “en el fondo, las relaciones secretas de un candidato requieren una voluntad seria de aclarar su identidad, que entra en conflicto con las decisiones de carrera y vida”.
Por eso, en el sacerdocio, que se basa en unas vida de castidad “no debería importar si alguien es homosexual o heterosexual”. Lo que sin embargo sí que es crucial es que “una relación secreta no encaja con la decisión de ser ordenado sacerdote”.
Las directrices actuales del Vaticano, publicadas en diciembre de 2016, establecen que los “homosexuales practicantes” y los hombres que “tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura homosexual” están excluidos del sacerdocio. Estas directrices confirmaban un documento del Vaticano de 2005, a pesar de que el Vaticano había subrayado después de los primeros debates que los homosexuales no estaban excluidos del sacerdocio en general y que era necesaria una evaluación individual diferenciada.
Como parte del Camino sinodal hacia el futuro de la Iglesia en Alemania, Bätzing se había pronunciado repetidamente a favor de reformas de la moral sexual católica, incluida una reevaluación general de la homosexualidad.