El papa Francisco ha aterrizado en Marsella este viernes para clausurar los ‘Encuentros Mediterráneos’, un evento celebrado en la ciudad francesa con el objetivo de promover vías de colaboración e integración en torno al Mediterráneo, con especial atención al fenómeno de la migración.
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Tal como recoge Europa Press, durante el vuelo en avión de Roma a Marsella, el Papa ha expresado, en su conversación con los cerca de 70 periodistas que le acompañan en el viaje, que espera “tener el valor de decir todo lo que quiero decir” durante su intervención.
En respuesta a preguntas de los periodistas durante el vuelo sobre la situación que vive estos días Lampedusa y otras zonas donde hay numerosos desembarcos de migrantes, el Papa ha subrayado que es una “crueldad” lo que está ocurriendo, así como una terrible “falta de humanidad”. También ha expresado su dolor ante la foto que le han mostrado de una madre migrante con su hijo en Libia que se embarcó en una patera.
Una oración por Botero
Por otro lado, el Papa ha rezado en el avión por el artista colombiano Fernando Botero, quien fallecía esta misma semana, ya que una de las periodistas que volaba con él hacia Marsella le ha mostrado el mensaje en vídeo que ha enviado a Francisco la hija del artista, Lina Botero.
La delegación pontificia en Marsella está compuesta por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede; por el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, por el cardenal francés Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Firma Apostólica; pero también los cardenales Miguel Ayuso, prefecto del dicasterio para el Diálogo Interreligioso; Michael Czerny, prefecto del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; y el cardenal designado Robert Prevost, prefecto del dicasterio para los Obispos.