El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en el XII Capítulo General de las Hermanitas de Jesús, encuentro en el que ha sido elegida la nueva superiora general sor Eugeniya-Kubwimana de Jesús. “El Capítulo General es una oportunidad importante para reflexionar juntos y tomar decisiones significativas”, ha dicho el Papa, recordando que, en los orígenes de esta congregación está “la experiencia carismática de San Carlos de Foucauld: una fuerte experiencia de búsqueda de Dios, de testimonio del Evangelio y de amor a lo escondido”.
- PODCAST: Que ninguna ventana se quede sin abrir
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“La búsqueda de Dios es lo más importante”, ha dicho Francisco, ya que “el Maestro os espera junto al pozo de su Palabra, agua viva que apaga la sed de nuestros deseos”. “Los corazones se abren a los caminos de Dios, que no violenta a las personas, sino que inspira pensamientos creativos y sentimientos de adhesión, disponibilidad y servicio”, ha aseverado.
En cuanto al testimonio del evangelio, el Papa ha puesto en valor “su don a los demás con palabras, con obras de caridad y con la presencia fraterna, orante y adoradora de vuestras pequeñas comunidades internacionales”. “Cuidar a los demás, dar a los necesitados sin esperar a que pidan: estos son los signos del amor al Esposo, rasgos característicos de vuestra cercanía solícita a los más pequeños, en quienes Él está presente”, ha asegurado, subrayando que “una cercanía tan preciosa en una sociedad como la nuestra donde, a pesar de la abundancia de medios, en lugar de multiplicar las buenas obras, los corazones parecen endurecerse y cerrarse”.
La cultura del maquillaje
“La cercanía es espontánea”, ha continuado el Papa, “eso es lo que cuenta, surge de la espontaneidad del corazón”. Así, ha animado a las religiosas a que “vuestra delicada proximidad sea un suave desafío a la indiferencia, un testimonio de fraternidad, un dulce grito que recuerde al mundo”.
Del mismo modo, Francisco ha recordado que “no sois monjas para hacer publicidad. Cuanto más escondido, más divino. Continúen cultivando este camino, es una poderosa profecía para nuestro tiempo, contaminado por las apariencias. Parece que por esa preocupación por las apariencias vivimos una cultura del ‘maquillaje’: todo el mundo se maquilla para parecer mejor de lo que somos, y esto no es del Señor”.