Tras la canonización de Óscar Romero y la beatificación de Rutilio Grande, el caso del jesuita vasco y otros 46 mártires ha llegado a Roma
La Iglesia salvadoreña ha iniciado en Roma el proceso de canonización de Ignacio Ellacuría, asesinado, junto a otros cinco religiosos de la Compañía de Jesús (cuatro españoles y un salvadoreño), en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA), de la que era rector. Junto al suyo, tal como ha explicado el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, iniciará el proceso de otras 46 personas más con fama de santidad.
Escobar ha explicado hoy que a mediados de septiembre viajó a Roma con la comisión encargada del proceso para dar inicio al procedimiento de forma oficial.
El proceso incluye al padre Ellacuría, a sus compañeros jesuitas asesinados al interior de la UCA, a Elba y Celina Ramos. Además, incluye a sacerdotes diocesanos, cuatro misioneras de Estados Unidos, niños y jóvenes que acompañaban a los sacerdotes y a catequistas que murieron en El Salvador durante la guerra civil.
Si bien, popularmente, Ellacuría y los mártires de la UCA estaban al mismo nivel de devoción que Rutilio Grande y Óscar Romero, dentro de El Salvador y a nivel mundial, ahora, más de tres décadas después, es cuando podría echar a andar el proceso eclesial que culmine en el reconocimiento de su santidad.
Mirando a la situación actual del país, como recoge ‘La Prensa Gráfica’, el arzobispo de San Salvador clamó una vez más contra el régimen de excepción decretado por el presidente Bukele: “Es crucial mejorar los procedimientos legales para evitar el encarcelamiento injusto y garantizar la pronta liberación de quienes son inocentes. La justicia debe ser administrada de manera diligente y equitativa”.