El IV informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?’ actualiza los datos hasta agosto de este año; el prólogo del documento fue escrito por el sacerdote jesuita José María Tojeira
La investigadora nicaragüense en el exilio, Martha Patricia Molina, documentó 205 hostilidades del gobierno de Daniel Ortega contra la Iglesia católica en su país natal, en lo que va de 2023.
Al presentar a los medios de comunicación el IV informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?’, en el que actualiza los datos desde abril de 2018 hasta agosto de este año, la abogada señaló que en este año el régimen sandinista ha prohibido 3,240 procesiones o actividades de piedad popular a nivel nacional.
Explicó que las prohibiciones no han sido plasmadas en un documento oficial de la dictadura, sino que se realizan por medio de visitas policiales a sacerdotes o también utilizan el mecanismo de llamadas telefónicas informando a la alta jerarquía de las prohibiciones.
En este nuevo informe, la investigadora nicaragüense también dedica un apartado en el que hace un recuento de los momentos en los que el papa Francisco se ha pronunciado sobre la persecución religiosa en Nicaragua.
En el texto, Molina recordó que el Papa no ha dejado de orar por el pueblo nicaragüense ni ha cesado su misión profética de pedir por la paz y el restablecimiento del diálogo en Nicaragua.
De 2018 a la fecha, el Pontífice “se ha pronunciado públicamente en 11 ocasiones respecto a la vulneración de derechos humanos que vive el país, algunos pronunciamientos han sido sutiles y diplomáticos y en otras ocasiones como la del 10 marzo 2023 han sido contundentes”, agregó.
De hecho, en el recuento, la abogada destaca el último que hizo el Papa y que fue justamente para Vida Nueva, publicado el 4 de agosto de este año, cuando al preguntársele sobre la situación en el país centroamericano y qué se puede hacer por el pueblo nicaragüense y por el obispo encarcelado Rolando Álvarez, dijo: “Seguimos, estamos tratando de negociar”.
En su informe, Martha Molina realiza una cronología de las 205 profanaciones, sacrilegios, atentados, robos y ataques en contra de la Iglesia Católica.
Molina incluye también un apartado sobre las hostilidades y ataques a la Iglesia Cristiana Evangélica, las cuales han ido en aumento desde 2018, el recuento de este año fue de 29 agresiones.
El prólogo del documento de la abogada Molina fue hecho por el sacerdote jesuita José María Tojeira, vocero de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, quien asegura que en el actual documento “se nos muestra, como en las antiguas persecuciones, la resistencia de sacerdotes, laicos, religiosas, que, en medio de insultos, malos tratos, amenazas, robos, continúan sirviendo a sus pueblos”.
Y continúa: “La tensión que crea la posibilidad de cárcel, destierro y privación de nacionalidad no detiene a quienes quieren en medio de una situación difícil permanecer cristianamente precisamente allí donde abunda el sufrimiento”.
Para el padre Tojeira, “el discurso sandinista insistiendo en que no se dejarán robar la revolución resulta cada vez más vacío, especialmente cuando vemos el recorte y anulación de recursos que ofrecían las iglesias al desarrollo. Identificar el bien común con el bien de un Estado autoritario y corrupto no lleva a ninguna parte”.
Concluye: “El libro que hoy presentamos es parte de esa verdad que el régimen Ortega-Murillo no puede destruir ni suplantar. Han destruido universidades, periódicos, ONG’s de derechos humanos, pero la verdad continúa saliendo a flote”.
El informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?’ puede ser descargado o consultado en este enlace.