Por primera vez en la historia, una mujer, religiosa y misionera, estará al frente de la gestión del día a día precisamente del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. La italiana Simona Brambilla, hasta hace unos meses general de las Misioneras de la Consolata, será la secretaria del ‘ministerio’ vaticano. Esta monja, enfermera y psicóloga de 58 años sustituye al franciscano español José Rodríguez Carballo que desde hace dos años venía solicitando relevo en el departamento.
Finalmente este mes de septiembre Francisco dio vía libre al religioso y le nombró arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz, y no ha dejado ni un mes de sede vacante para nombrar a Brambilla, que comenzará su misión el 1 de noviembre. Al parecer, el Papa ya le habría propuesto hace meses a la consagrada italiana que aceptara el puesto, pero la misionera de la Consolata solicitó a Francisco un tiempo de respiro tras dejar su cargo como máxima responsable de la congregación.
Como misionera ha estado destinada en Mozambique. También ha sido profesora en el Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana. Ya en 2005 entró a trabajar en el engranaje de su congregación como consejera general hasta que en 2011 fue elegida superiora general y reelegida en 2017 hasta mayo de 2023.