El bufete Cremades&Calvo Sotelo pide “algo más de paciencia” en lo que a la entrega de su informe antiabusos se refiere porque “se está perfilando” para que no quede ningún fleco suelto en su versión final. Así lo manifestaban a ‘Vida Nueva’ fuentes del despacho de abogados horas antes de que Cope visibilizara el ultimátum de diez días para que entreguen a la Conferencia Episcopal la auditoría independiente que fue encargada en febrero de 2022.
En un primer momento, se planteó el plazo de un año para que la radiografía sobre la lacra de la pederastia eclesial española estuviera lista. Cumplidos los primeros doce meses se habló de una primera prórroga para antes del verano de 2023. Después llegó un nuevo aplazamiento a septiembre. Según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, la Conferencia Episcopal Española habría tenido acceso después del verano a un borrador del texto en el que se recogerían las líneas generales de la investigación, conclusiones y propuestas de mejora. Quienes han podido ver dicho documento habrían visto algunas lagunas y errores que desprenderían “falta de precisión” en la metodología utilizada, trabajo de campo y conclusiones.
De hecho, en la Comisión Permanente, celebrada a finales de septiembre y en la que participaron una treintena de obispos, se pusieron de manifiesto las dudas de algunos obispos sobre la calidad y rigurosidad del informe a la luz de una presentación piloto realizada para los pastores. En el marco de este descontento, el bufete habría reclamado más tiempo, pero los obispos parecen haber agotado su paciencia y hoy se plantaban marcando un plazo de diez días.
Desde el bufete, en conversación con ‘Vida Nueva, defienden su profesionalidad y tumban cualquier cuestionamiento a su informe definitivo. “Son muy imaginativos quienes se atreven a hacer esos juicios, porque el trabajo no se ha entregado todavía. Y si no se ha entregado, no cabe opinión alguna”, sentencian. A la par, reconocen que se trata de un encargo “delicado y complejo” que se ha abordado “muy intensamente y muy rigurosamente”.
De manera informal, cuando comenzaron a abordar el encargo hecho por los obispos, el equipo de Cremades&Calvo Sotelo ya habían reconocido que la auditoría superaba con creces en complejidad sus previsiones iniciales, lo que requería de más recursos humanos y materiales de los previsto. Y, por tanto, de un tiempo que ahora la Conferencia Episcopal Española da por finiquitado.
El despacho ha achacado también el retraso a la falta de respuesta sobre 300 casos de curas españoles denunciados ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Según han explicado a Europa Press, durante las investigaciones tuvieron conocimiento de estos casos y solicitaron por carta esos nombres pero aún no se los han entregado.
Las mismas fuentes puntualizan que sin esa respuesta es difícil “contrastar” si esos 300 nombres están ya recogidos en alguna de las listas que manejan o si son otros casos. “Eso está retrasando las cosas”, han puntualizado.
En todo caso, han asegurado que en “los próximos días” el despacho entregará a la Conferencia Episcopal “un resumen ejecutivo”, aunque el informe completo, que prevén que tenga unas 2.000 páginas, lo entregarán “antes de que termine el año”.