Los Ordinarios de Tierra Santa han convocado para este martes, 17 de octubre, una jornada penitencial que han secundado el Papa, diócesis o instituciones como CONFER
El papa Francisco en el ángelus de este domingo rezaba por las víctimas de los últimos conflictos en Israel y Palestina. El pontífice pedía “la liberación de los rehenes” y reclamaba “con fuerza que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto”. Además, invitaba “a todos los creyentes a unirse a la Iglesia en Tierra Santa y a dedicar el próximo martes, 17 de octubre, a la oración y al ayuno”.
Para Francisco, señalaba tras el rezo mariano, “la oración es la fuerza suave y santa para oponerse a la fuerza diabólica del odio, del terrorismo y de la guerra”. Por ello, ha amparado la petición del cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, en nombre de todos los Ordinarios de Tierra Santa de realizar una jornada penitencial por el fin de las hostilidades.
En una carta señalaba el patriarca que “no queremos quedarnos impotentes. Y no podemos permitir que la muerte y sus aguijones (1 Cor 15,55) sean la única palabra que se escuche”. Por ello invitaba a “todas las parroquias y comunidades religiosas a una jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación” proponiendo que “el martes 17 de octubre todos hagan un día de ayuno y abstinencia, y de oración. Los momentos de oración deben organizarse con la adoración eucarística y con el rosario a la Santísima Virgen”, añadía.
La Conferencia Episcopal Española se ha hecho eco de la iniciativa –junto a la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligiosa– y ha invitado a todas las diócesis españolas a que se unan a esta jornada penitencial por la paz en Israel. Por ejemplo, la diócesis de Madrid ha organizado diferentes celebraciones litúrgicas en en las parroquias de San Sebastián Mártir de San Sebastián de los Reyes, Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, Nuestra Señora Reina del Cielo, Santos Inocentes, San León Magno, Santísimo Cristo de la Victoria, Nuestra Señora de la Estrella de Navalagamella o una oración conjunta entre cristianos, musulmanes y judíos en el Colegio San Ignacio de Loyola de Torrelodones.
Por su parte, el vicario general de la archidiócesis de Santiago de Compostela, José Andrés Fernández Farto, en una carta a los sacerdotes señalaba que “la participación puede ser en comunidad o particular mediante la oración en la parroquia, en casa, en familia… Y el ayuno nos sirve para recordar el sufrimiento de miles de personas en Tierra Santa. El Señor nos enseñó que todo lo que pedimos con fe se nos concederá. Pidamos de todo corazón, por la Paz en Tierra Santa y en otros lugares del mundo donde hay conflictos”.
También por su parte la Conferencia Española de Religiosos, CONFER, invitan “a todas las comunidades religiosas a unirse en este día significativo; juntos podemos elevar nuestras voces y corazones en oración, suplicando por el fin del derramamiento de sangre, la reconciliación de los pueblos y la restauración de la paz en Tierra Santa”. “Como seguidores de Cristo, estamos llamados a ser constructores de la paz y promotores de la justicia. Creemos que la oración y el ayuno son instrumentos poderosos para buscar la reconciliación, la sanación y la paz”, señalan en un comunicado.
CONFER desea que sus miembros sigan “siendo instrumentos de la paz en un mundo necesitado y confiemos en que, a través de nuestra unidad en la oración y el ayuno, podamos contribuir a la construcción de un futuro más pacífico y justo para Tierra Santa”. “Que nuestras oraciones y acciones conjuntas sean un faro de esperanza en medio de la oscuridad del conflicto. Que Dios, en su infinita misericordia, escuche nuestras súplicas y derrame su gracia sobre aquellos que más sufren en Tierra Santa”, concluye en su comunicado.