El patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, considera que católicos y ortodoxos deben intensificar un diálogo, “no solo teológico, sino de la fraternidad: vivir juntos cada día. Este diálogo de facto es quizá el más importante, porque nuestras almas y nuestro espíritu se acercan así más los unos a los otros”.
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Así lo ha expresado esta mañana en la sede madrileña de la Conferencia Episcopal Española, donde ha mantenido un encuentro ecuménico con una decena de arzobispos y obispos españoles. Al frente, el cardenal vicepresidente Carlos Osoro, el secretario general César García Magán y el nuncio Bernardito Auza.
Aprecio y profundidad
El padre espiritual de 300 millones de ortodoxos llegó en torno a las diez de la mañana a la Casa de la Iglesia, acompañado, entre otros, por el metropolita de España y Portugal, Besarión. Tras la acogida inicial, católicos y ortodoxos rezaron juntos en la capilla de la Sucesión Apostólica y posteriormente acudieron a la sala de la Comisión Permanente done
“Le gradecemos profundamente sus signos de aprecio y profundidad”, expuso el secretario general de los obispos, que ejerció de presentador ante los medios de comunicación. “San Pedro y San Andrés eran hermanos. El sucesor de Pedro es el Papa de Roma y el sucesor de Andrés es el patriarca de Constantinopla”.
“Realmente me siento en casa, es la primera vez que vengo como patriarca de Constantinopla España aunque sí vine hace cuarenta años como metropolita de Filadelfia”, señaló el patriarca en el arranque de su intervención. A partir de ahí, explicó que “he visitado muchos países e Iglesias durante 32 años desde mi elección He intentado llevar un mensaje de solidaridad, paz y reconciliación, porque este es el mensaje del patriarcado de Constantinopla”. En este sentido, remarcó que “con la Iglesia hermana de Roma, la Iglesia católica, hemos cultivado relaciones durante los últimos 70 años, he visitado muchas veces Roma donde he estudiado durante tres años en una universidad pontificia”.
Comisión Internacional Mixta
Bartolomé I puso en valor la labor que está realizando la Comisión Internacional Mixta entre Iglesia católica y ortodoxa: “A través de este diálogo estamos intentando conocer mejor nuestra experiencia y vivencia de nuestras Iglesias en el primer milenio. En este momento el objetivo está centrado en el primado de la sinodalidad durante el segundo milenio y actualmente”.
Dentro de esta cultura del encuentro, anunció que “nos preparamos para celebrar juntos un aniversario muy importante: 1.700 años del primer concilio ecuménico, que se realizó en Nicea en el año 325”. Así, compartió que “ya hemos hablado con el Papa Francisco para ver cómo podemos subrayar cómo el cristianismo de aquel tiempo de una Iglesia, de un cristianismo que no estaba dividido”. Es más, anunció que, “celebrando este aniversario, puede que encontremos una solución a la celebración conjunta de la Pascua”. “Porque aquel Concilio de Nicea fue el que fijó cómo celebrar la Pascua”, apostilló.
Ante de abandonar nuestro país, el patriarca ecuménico sentenció que “dejo España con mis mejores impresiones, deseo y recuerdos. Ya era un amigo de España y ahora lo soy todavía más”.
