Unas monjas se enfrentan a los ecologistas por la construcción de una iglesia en zona protegida

El pueblo francés de Saint-Pierre-de-Colombier está situado en la región de Ródano-Alpes, en pleno parque natural de los Monts d’Ardèche. Una maravilla en cuanto a la flora y la fauna que los ecologistas quieres defender frente a proyectos como el de la Familia Misionera de Notre-Dame que ha proyectado la construcción de una iglesia con capacidad para3.500 personas –en un pueblo de 400 habitantes–. Aunque desde 2019 hay polémica en torno a esta obra, ahora un vídeo en redes sociales ha hecho que trascienda más allá de los Alpes.

• PODCAST: El sindiós de la guerra
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

Y es que en un vídeo se ha visto a una de las religiosas defender con uñas y dientes el proyecto de construcción del templo llegando incluso a ver un placaje a uno de los ecologistas. Puesto que la comunidad local está dividida en torno al proyecto, han sido numerosos los gestos de rechazo en estos años.

El pasado lunes, 16 de octubre, un grupo de activistas medioambientales del colectivo Por el futuro del valle de Bourges organizaron unas de sus protestas. A su encuentro salió la comunidad de monjas que para proteger la construcción formó una cadena humana en torno a una excavadora. La tensión fue creciendo hasta que unas monjas salieron con un trozo de un canalón en las manos llegando a derribar a uno de los ecologistas.

Proyecto desproporcionado

Más allá del vídeo viral, las obras de esta capilla de Notre-Dame-des-Neiges son curiosas ya que la construcción ha sido desautorizada por el arzobispo de Albi –por desproporcionado, juicio compartido por el dicasterio vaticano para la vida consagrada–, pero la Familia Misionera de Notre-Dame ha obtenido los permisos del Estado para el proyecto, según informa La Croix. Si bien el grupo religioso, de corte tradicionalista está siendo investigado por “que se refiere al ejercicio de la autoridad y la obediencia, la calidad de la formación de los miembros y la autorreferencialidad del grupo” según el Vaticano.

Los hechos de lunes son consecuencia de las tensiones que se llevan produciendo desde el sábado 14 de octubre, tras retomarse las obras el día 13 y reiterar que la congregación mostraba “su total determinación a continuar legalmente las obras y a hacer valer sus derechos” una vez recibido el visto bueno del Tribunal Administrativo de Lyon, que en febrero de 2023 rechazó la demanda de medidas cautelares presentada por la asociación ecologista.