El gobierno de Nicaragua dio a conocer que 12 sacerdotes que permanecían detenidos fueron enviados a Roma, Italia, la tarde de este 18 de octubre, y su liberación se dio gracias a “fructíferas conversaciones con la Santa Sede”.
A través de una nota de prensa, el régimen de Daniel Ortega destacó el acuerdo para el desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 sacerdotes que, por distintas causas, fueron procesados; ocho de los cuales fueron aprehendidos en los últimos meses.
En el texto se señala que el gobierno “no ha agotado recursos para asegurar y defender la paz que tanto atesoramos las familias nicaragüenses, y este acuerdo logrado con la intercesión de altas autoridades de la Iglesia Católica en Nicaragua y en el Vaticano, representa la voluntad y el compromiso permanentes de encontrar soluciones, en reconocimiento y aliento de tanta fe y esperanza que anima siempre a los creyentes, que somos la mayoría”.
Los sacerdotes liberados son: Manuel Salvador García Rodríguez, José Leonardo Urbina Rodríguez, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Israel Zamora Silva, Osman José Amador Guillén, Julio Ricardo Norori Jiménez, Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez, Álvaro José Toledo Amador, José Iván Centeno Tercero, Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, Yessner Cipriano Pineda Meneses y Ramón Angulo Reyes.
Según fuentes cercanas a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, entrevistadas por La Prensa, el obispo Rolando Álvarez se habría negado por tercera ocasión a ser enviado al exilio forzado.
Los sacerdotes presos en Nicaragua, además del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez se encontraban distribuidos en tres cárceles: ‘El Chipote’ (9), ‘La Modelo’ (3) y ‘La Granja’ (1). De ellos, sólo tres fueron condenados por delitos fabricados en juicios sin derecho a la defensa (entre ellos el obispo Álvarez, y los otros diez no tenían ninguna condena oficial. Algunos incluso aparecían en el estatus de ‘bajo investigación’.