La localidad lucense de Melide, uno de los puntos de paso obligado para los peregrinos de la ruta francesa del Camino de Santiago, cuenta desde este 19 de octubre con una escultura que representa la acogida del Camino. Cerca de la capilla de San Roque, esta obra del artista canadiense Timothy Schmalz es un homenaje a la acogida.
La hospitalidad
“No olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles”, este versículo de la Carta a los Hebreos (13,2) inspira la obra que es una invitación a la acogida hacia los que más a menudo soportan la indiferencia de los demás. ‘Be Welcoming’, “Sed acogedores”, es el nombre de esta pieza. El obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, destacó en la bendición de la escultura que “ser acogedores representa esa profunda esperanza de los que se ponen en camino por cualquier motivo. Esa esperanza que expresa muy bien la idea del ángel que no abandona al caminante”.
Carrasco Rouco añadió que “los peregrinos refuerzan la vida de las parroquias, nos invitan a recordar que somos acogidos y queridos. Nos invitan a ir a misa, nos invitan a volver la mirada al Señor, nos aseguran la acogida, la reconciliación y el hogar. “Para nuestra diócesis los peregrinos que recorren el Camino de Santiago son una riqueza muy grande”, agregó.
Una mano tendida
Schmalz destacó que el texto bíblico en que se ha inspirado es “de los pasajes más bellos de la Biblia y esta escultura busca darles vida”. La obra simula la figura de un peregrino que al rodearla dejar verse como un ángel con la mano extendida que da la bienvenida.
“El ángel está representado dando la bienvenida al espectador para que tome asiento a su lado”, explica el autor. Esa mano, añade, “llegará a todos los peregrinos dándoles la bienvenida para contemplar la espiritualidad oculta en cada uno”. Además, es “un monumento a todos aquellos peregrinos que recorrieron este Camino buscando el ángel oculto en ellos a lo largo de muchos siglos”.
Esta obra ha sido posible gracias a la donación del filántropo John Studzinski a la diócesis. Melide se ha elegido como punto de confluencia –a 55 km. de Santiago de Compostela– de la ruta francesa, que procede de Roncesvalles, y el Camino Primitivo, que parte de Oviedo.