Este jueves por la mañana se ha presentado a los miembros del Sínodo el borrador del informe con el que se concluirá la primera sesión del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad. Así lo ha explicado, tal como recoge la agencia SIR, Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede y presidente de la Comisión de Información, durante el encuentro con los periodistas de esta tarde.
“El documento definitivo se presentará al Papa en octubre de 2024″, ha dicho Ruffini, subrayando que “el actual es más bien un documento de transición, para ayudarnos a comprender dónde estamos, recordar lo dicho en estas cuatro semanas de discernimiento y reiniciar un proceso circular que continuará hasta el próximo año”.
El informe se votará el sábado por la tarde “será un documento de unas 40 páginas que seguramente no podrá contener todos los detalles, pero indicará los puntos en los que el discernimiento ha ido más lejos y en los que es necesario profundizar más”, ha señalado Ruffini.
Por su parte, Stanislaw Gadecki, arzobispo de Poznan y presidente de la Conferencia episcopal polaca, ha reconocido estar “sorprendido por la metodología adoptada, que ha podido evitar la discordia”. “Hablando con representantes de otras confesiones cristianas y con no creyentes comprendimos que se podía avanzar no en el sentido de agresión, de exposición de los propios sentimientos, sino en el sentido de lo bueno que puede surgir del proceso emprendido”, ha aseverado. Y es que, incluso cuando ha habido diferencias, “las discusiones fueron completamente pacíficas”.
Proceso ecuménico
Por ello, el proceso sinodal, para Gadecki, “es una tendencia a la unidad, respetando la diversidad de confesiones, espíritus y culturas. Rara vez en los encuentros humanos se evitan los desacuerdos entre diferentes posiciones; en cambio, lo que me sorprendió del método utilizado es que, no sólo durante esta asamblea sinodal aquí en Roma, sino ya al principio, pudimos primero expresar nuestras ideas y luego escuchar las ideas de los demás y al final, gracias también a los momentos de oración y de silencio, descubrimos que hay una manera de hablar con la ayuda del Espíritu Santo que puede traer discusiones pacíficas a este mundo”.
“El proceso sinodal debe ser ecuménico y el camino ecuménico debe ser sinodal”, añadió, por su parte, el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. “Existe una reciprocidad entre ecumenismo y sinodalidad”, continuó. “Todos los bautizados están invitados a dar testimonio de su amor a la fe cristiana”.
“La sinodalidad es un hecho en la Iglesia ortodoxa desde hace siglos”, aseveró Su Eminencia Iosif , metropolitano ortodoxo rumano de Europa occidental y meridional, destacando “la hermandad que se está construyendo entre los cristianos de todo el mundo desde hace un siglo: hemos pasado de la tensa relaciones y la búsqueda de divisiones a relaciones fraternas, donde busquemos lo que nos une. Haber sido invitados a este Sínodo es una prueba de que todos buscamos juntos lo que nos une, lo que tenemos en común”.