“Dar gracias a Dios por todo lo sembrado por Carlos Osoro, que hoy nos sigue enseñando con su ser como pastor. Si hoy estamos aquí es porque otros han sembrado”. Con esta frase ha resumido el cardenal arzobispo de Madrid y gran canciller de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, José Cobo, los casi diez años de dedicación de su antecesor al centro de estudios de la Archidiócesis de Madrid.
Entre los asistentes, varios cardenales y obispos, como el cardenal claretiano Aquilino Bocos; el arzobispo Castrense, Juan Antonio Aznárez; el obispo de Alcalá, Antonio Prieto; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Toledo, César García Magán; el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal; y el obispo auxiliar de Getafe, José María Avendaño.
Asimismo, el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, ha excusado su asistencia al estar en Roma como miembro del Sínodo de la Sinodalidad.
“Doy gracias a Dios por estos años en Madrid”. Este ha sido el primer mensaje de Osoro al recordar sus nueve años como arzobispo de Madrid. “Me he sentido muy a gusto entre vosotros y he sido tremendamente feliz regalando lo que yo podía y sabía, aunque algunas veces me haya confundido”, ha añadido el purpurado. “No tengo conciencia de haber guardado nada para mí”, ha aseverado.
El “impulso” destacado por Prades
La Universidad ha querido homenajear hoy al purpurado, cuya renuncia y sucesión tuvo lugar en julio, pues entonces el curso académico había finalizado. El rector de San Dámaso, Javier Prades, ha agradecido también a Osoro “su actividad entre nosotros en un acto de reconocimiento y afecto”.
Tal y como ha reconocido Prades, con el pontificado del cardenal cántabro en Madrid la Universidad ha ganado más de 300 alumnos, de los 3.500 de 2014 a los 3.800 actuales.
De estos nueve años como gran canciller, el rector ha destacado las dos claves del “impulso” de Osoro a la Universidad. En primer lugar, “la continuación del servicio de acogida de sacerdotes extranjeros, que ha potenciado el horizonte misionero de la Universidad con una media de 90 sacerdotes por año, que luego vuelven a sus países mejor cualificados para su tarea pastoral”, ha señalado.
Y, por otro lado, ha evidenciado el “impulso decisivo a nuestra biblioteca en la Basílica de San Francisco el Grande con la firma de un convenio con la Obra Pía y los franciscanos”.
Por todo ello, Prades ha puesto en valor el “acompañamiento paternal y fraterno” del purpurado: “Que Dios se lo pague con abundancia”.
Lectio del cardenal Blázquez
El cardenal arzobispo emérito de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha sido el encargado de la lectio, en la que ha hecho hincapié en la “pobreza y el servicio a la Iglesia” de los pastores.
Durante su intervención, ha mostrado su sorpresa por las últimas novedades editoriales, que hablan de sacerdotes cansados. Para hacer frente a este cansancio, Blázquez ha invitado a los curas a orar, porque “sin oración la fe pierde oxígeno”.
En otro momento de su ponencia, el arzobispo emérito de Valladolid se ha preguntado si “estamos sabiendo transmitir la bondad de Dios”. Sin embargo, no ha querido sonar catastrofista, pues “no soy pesimista, pero quiero ver la realidad con los ojos”.