Luego de que en los últimos días miles de panameños han salido a las calles a manifestar su inconformidad por la aprobación -el pasado 20 de octubre- de la Ley del contrato minero, que permitirá a Minera Panamá la extracción en la mina de cobre más grande de Centroamérica, los obispos de ese país calificaron de inconstitucional dicha ley, y pidieron que la Corte Suprema de Justicia la revise y se pronuncie urgentemente al respecto.
- PODCAST: Acompañar en la pérdida: pastoral del duelo
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
La Conferencia Episcopal Panameña pidió escuchar el clamor del pueblo en las calles, superar la confrontación y “traer la paz, buscando espacios de encuentro, consensos y soluciones en las que todos participemos”.
En un comunicado, el episcopado panameño dijo que es preocupante de que a pocos días del mes de la Patria, se haya procedido con demasiada celeridad a la aprobación de un contrato minero por parte de la Asamblea Nacional y la sanción del Ejecutivo, a pesar de los permanentes cuestionamientos de la sociedad.
“Esto ha crispado los ánimos de un gran sector de la población, que ha producido una infortunada situación de confrontación, represión y violencia“, añadió.
Encontrar los caminos de paz
El episcopado panameño, encabezado por su presidente, el obispo de Chitré, Rafael Valdivieso, advirtió que “el modelo consumista y extractivista que genera graves daños para la vida humana y el medio ambiente, si bien genera mucho dinero, no contribuye al desarrollo humano integral, de políticas que aseguren la protección y conservación de nuestros más valiosos recursos… Poner el bienestar económico por encima de la vida es un grave error”, sentenció.
Los obispos consideraron que las protestas sociales de los últimos días son “un legítimo derecho”, por lo que dijeron: “con represión, amenazas, heridos, presos y violencia, no vamos a arreglar nada. Este derecho hay que protegerlo de actos vandálicos y de los delincuentes. Busquemos los caminos de paz”.
Señalaron que “no es el momento de generar caos y división entre el pueblo panameño. Hacemos un llamado para encontrar los caminos de paz; para atender con responsabilidad ciudadana la crisis sanitaria, ambiental, social, económica, educativa y política, luchando contra la corrupción”.