Tres diócesis españolas estrenan obispo. El papa Francisco ha hecho público hoy el nombramiento de los sustitutos de Manuel Sánchez Monge en Santander, Manuel Herrero en Palencia y Atilano Rodríguez en Sigüenza-Guadalajara, pues todos ellos ya habían presentado su renuncia por edad a los 75 años, límite marcado por el Código de Derecho Canónico para las renuncias episcopales. Los elegidos por el Pontífice en esta ocasión son un obispo auxiliar que pasa a titular, un obispo que cambia de diócesis y un sacerdote que recibirá la ordenación episcopal.
- PODCAST: Acompañar en la pérdida: pastoral del duelo
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Julián Ruiz Martorell –Cuenca, 19 de enero de 1957– es el elegido por el papa Francisco como nuevo obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Tras 12 años pastoreando las diócesis de Huesca y Jaca, aterriza ahora en la diócesis castellano-manchega.
El hasta ahora auxiliar de Valencia, Arturo Ros –Vinalesa, Valencia, 10 de junio de 1964–, es el nuevo obispo de la Diócesis de Santander. El prelado valenciano fue nombrado auxiliar del cardenal arzobispo Antonio Cañizares en 2016 y, desde diciembre de 2022 trabajaba mano a mano con el nuevo titular de la archidiócesis de la capital del Turia, Enrique Benavent.
Por su parte, el sacerdote navarro Mikel Garciandia –Echarri-Aranaz, Navarra, 21 de marzo de 1964– es el nuevo obispo de Palencia. El capellán del santuario de San Miguel de Aralar no es la primera vez que suena como futuro obispo, pues ya estuvo en la terna para suceder a Miguel Asurmendi en 2016 en Vitoria, encargo que el Papa le hizo entonces al también navarro Juan Carlos Elizalde. En octubre de 2022 el sacerdote sonó con fuerza como obispo de San Sebastián, pero fue el claretiano Fernando Prado el designado por Francisco.
Renovación episcopal
Los tres nombres rebajan considerablemente la media de edad del Episcopado español, pues Ros y Garciandia tienen 59 años y Martorell 66, por lo que todos ellos tendrán, previsiblemente, varios años por delante para pastorear sus nuevas diócesis. Del mismo modo, estos nombres se añaden a las caras más jóvenes de los obispos que tendrán que llevar adelante el timón de la Iglesia española en los próximos años.
Asimismo, se esperan más nombramientos en los próximos meses, puesto que la Diócesis de Gerona continúa vacante desde que falleciera Francesc Pardo en 2022. Asimismo, ahora queda en sede vacante Huesca y Jaca.
Por otro lado, el nuncio Bernardito Auza cuenta con ocho mitrados con su plan de jubilación sobre la mesa: Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona; Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; Agustí Cortés, obispo de Sant Feliu; Salvador Giménez, obispo de Lleida; José María Yanguas, obispo de Cuenca; Gerardo Melgar, obispo de Ciudad Real; Luis Quinteiro, obispo de Tui-Vigo; y Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca –aunque el Papa le ha concedido una prórroga de dos años–.