En medio de la huelga que mantienen por más de 60 días casi 2.000 profesores de 46 establecimientos escolares del Sistema Local de Educación Pública de Atacama, el obispo de Copiapó, Ricardo Morales, OdM, tuvo un encuentro reflexivo con el Colegio de Profesores regional. El obispo llegó hasta la sede del Colegio donde se reunió con los dirigentes regionales y más de 100 profesores y profesoras, quienes están planteando mejoras necesarias para su labor docente.
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No abandonar el diálogo
El obispo Morales dijo a los profesores: “ustedes son la voz de esos niños y adolescentes que tienen necesidad de un mejor futuro gracias a la educación, por eso siempre es necesario hacer un esfuerzo en no abandonar el diálogo”. También les compartió sus experiencias docentes y del cansancio debido a períodos de mayor carga laboral “a veces quitando horas a sus propias familias para preparar sus planificaciones y clases”.
El obispo les manifestó su esperanza en que quienes tengan que hacerlo, tomen las decisiones efectivas y rápidas para que el conflicto se solucione, por el bien principalmente de las y los alumnos, que junto a sus familias están sufriendo esta situación, junto a los docentes movilizados.
Recordó Morales que “la Iglesia de Atacama ha tenido siempre un profundo compromiso social” y siempre ha estado cerca del sufrimiento humano, y llamó a los docentes a no perder la esperanza.
Dignidad del trabajo educativo
Por su parte, los profesores agradecieron la presencia del obispo y la preocupación de la Iglesia. Tres de ellos tomaron la palabra para señalar que las demandas del profesorado están vinculadas con la dignidad del trabajo educativo y el amor hacia la docencia y hacia los alumnos. Los profesores de religión, a su vez, pidieron que las comunidades parroquiales hagan oración por la pronta solución del conflicto, por los estudiantes y sus familias, y por las y los profesores.
La Región de Atacama está integrada por las Provincias de Chañaral, Copiapó y Huasco con una población total de poco más de 300 mil habitantes. Su capital regional es la ciudad de Copiapó ubicada a 800 kilómetros al norte de Santiago, al inicio del gran desierto de Atacama.
Al final de la conversación, el obispo Morales comprometió la oración y el apoyo de los sacerdotes y pidió que las manifestaciones se realicen sin violencia, “cuiden sus vidas”, les dijo. Concluyó reiterando que la Iglesia quiere estar cercana al dolor que este conflicto está suscitando, invitando al diálogo que siempre será fecundo. Además agradeció a los docentes el poner en evidencia la falta de dignidad para el ejercicio de la docencia que tienen muchos de los establecimientos educacionales, y les invitó a ser voz de los que muchas veces no tienen voz.