El obispo de Estados Unidos cesado ayer por el Papa se negó a dimitir dos días antes

“Una investigación exhaustiva sobre todos los aspectos del gobierno y liderazgo”. Es el argumento que habría llevado al Papa Francisco a destituir al obispo norteamericano Joseph Strickland que hasta ayer a mediodía estaba al frente de la diócesis de Tyler, en Texas.

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Así lo recoge el cardenal Daniel DiNardo, en un comunicado firmado por él, en tanto que se trata del arzobispo de Galveston-Houston, la arhidiócesis metropolitana de la provincia eclesiástica de Texas a la que pertenece Tyler, de 65 años. En el documento, el purpurado señala que fue en junio de este año cuando el Papa ordenó una visita apostólica, que fue realizada por obispo de Camden, Dennis Sullivan, y el obispo emérito de Tucson, Gerald Kicanas.

Acusaciones de herejía

Lo cierto es que la decisión papal de auditar al obispo de Texas coincide en el tiempo con la acusación directa lanzada por Strickland en redes sociales el pasado 13 de mayo a Jorge Mario Bergoglio acusándole de “socavar el Depósito de la Fe”, o lo que es lo mismo, tacharle de hereje. Este cuestionamiento de la autoridad estatal se han visto precedidos y sucedidos de otros mensajes de similar tono y fondo.

“Como resultado de la Visita, se recomendó al Santo Padre que la continuación en el cargo del obispo Strickland no era factible”, expone DiNardo en su comunicado. En la nota, desvela además que “después de meses de cuidadosa consideración por parte del Dicasterio para los Obispos y el Santo Padre, se llegó a la decisión de solicitar la dimisión del obispo Strickland”.

Más cambios

El cardenal detalla que el 9 de noviembre, esto es, este jueves, “el obispo Strickland se negó a dimitir de su cargo”. Este órdago lanzado por el prelado es el que llevó a Francisco a destituirle solo dos días después, el sábado 11 de noviembre. Por último, el comunicado de DiNardo apunta que “a la espera de más cambios” en Tyler, el Papa ha nombrado al obispo Joe Vásquez, obispo de Austin, como administrador apostólico de Tyler.

Por su parte, desde el Obispado de Tyler han lanzado un comunicado en el que se afirma que, una vez asumido este relevo, “nuestro trabajo como Iglesia Católica en el noreste de Texas continúa”. “Durante este tiempo de transición, oramos para que Dios continúe bendiciendo y fortaleciendo abundantemente a la Iglesia y al pueblo santo y fiel de Dios aquí y en todo el mundo”, se completa.