En el marco del 20º aniversario de la Campaña Mundial por la Educación (CME) en España, la coalición, liderada en nuestro país por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas y Plan International, ha celebrado en Madrid, este 13 de noviembre, un encuentro con “personalidades relevantes de diferentes instituciones internacionales y nacionales” en el que se ha reclamado “la necesidad de disponer de una adecuada financiación para afrontar los retos actuales y futuros de la educación en el mundo”.
En la jornada, la CME ha reunido “a voces expertas y a jóvenes activistas” para “abordar desde diferentes perspectivas la actual crisis financiera educativa mundial”. Así lo ha advertido Pilar Orenes, directora de Educo: “Aunque somos conscientes de que los desafíos en materia educativa son grandes, es necesario un mayor compromiso por parte de la comunidad de donantes. Porque la educación de calidad, equitativa e inclusiva cura y salva vidas, y debe ser una prioridad urgente”. Y es que “necesitamos la implicación de todos los actores. La administración central, pero también la autonómica, la local, las empresas, la sociedad civil. Las alianzas son clave”.
Analizando los datos sobre financiación internacional en materia educativa que ha presentado la CME en el evento, se ha percibido cómo, “mientras la ayuda destinada a salud se disparó por la irrupción de la Covid-19”, la relativa a la educación “retrocedió de 2020 a 2021 un 7%, llegando a significar solamente el 9,8% del total, su punto más bajo desde 2015. Una falta de priorización en los presupuestos nacionales que, según la UNESCO, se traduce en un déficit mundial de financiación educativa de más de 100.000 millones de dólares”.
En el caso de España, la CME, como ha subrayado en un comunicado, percibe que “la cooperación necesita redoblar esfuerzos y tener una financiación más robusta para contribuir de una manera más decidida a la ampliación del derecho a la educación en el mundo. Un objetivo que choca con los últimos datos recogidos por la Campaña, que indican cómo la ayuda española destinada a educación retrocedió en 2021 a su valor más bajo en 20 años, llegando a significar solamente el 7,4% del total”.
Sobre el ello, el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Antón Leis, ha reconocido que “financiar la educación es clave en un contexto donde las necesidades no dejan de crecer, por el impacto de múltiples conflictos y el cambio climático. Por solidaridad, pero también por responsabilidad en un mundo interconectado”. Puesto que “la educación es un derecho humano que hay que proteger incluso en las situaciones más complejas”, la nueva Ley de Cooperación “sitúa a España en la vanguardia porque defiende el valor intrínseco de la educación, la importancia de garantizarla incluso en situaciones de emergencia y la construcción de una ciudadanía global, justamente ahora que se está cuestionando”.
Como muestra de este compromiso, su director ha anunciado que, “desde AECID vamos a dedicar 50 millones de euros al ámbito educativo, lo que significa un 10% del presupuesto total”.
Sin duda, será necesario un esfuerzo en este sentido. Y es que, como ha enfatizado Manos Antoninis, director de The Global Education Monitoring Report, de UNESCO, “el número de niños y niñas sin escolarizar alcanzó los 250 millones en 2022”. Pilar Orenes ha reiterado que, “sin medidas adicionales, unos 84 millones de niños no recibirán educación y cerca de 300 millones de estudiantes no contarán con las competencias básicas en aritmética y alfabetización necesarias para obtener éxito en la vida”.
Otro dato alarmante lo ha ofrecido José Manuel Moreno, técnico de Incidencia Política de Entreculturas: “Seis de cada diez niños y niñas están en crisis de aprendizaje”.
Tamara Díaz Fouz, directora general de Educación y FP de la CEI (Organización de Estados Iberoamericanos), ha asegurado que la financiación del derecho a la educación es “insuficiente a nivel global y desigual entre países”. Frente a esta problemática, hay que fortalecer “el rol de la cooperación como movilizador de recursos financieros” que se traduzca en más oportunidades en las aulas”. Igualmente, se necesita “la coordinación entre los organismos de cooperación”, así como “la apuesta por nuevos modelos de gobernanza democráticos y horizontales”.