En procesión desde el templo de San Francisco, donde se realizó la Profesión de Fe y el Juramento de Fidelidad del nuevo obispo, llegó hasta la Catedral de San Mateo un numeroso grupo de fieles, obispos, el Nuncio Apostólico Alberto Ortega Martín, el cardenal Celestino Aós Braco, y el arzobispo electo de Santiago, Fernando Chomalí Carib, además de religiosas, sacerdotes, diáconos, familiares y amigos, acompañando a Carlos Godoy Labraña, nuevo obispo de Osorno.
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En el atrio de la Catedral, la delegada presidencial provincial, Claudia Pailalef Montiel, el cacique Arturo Marinao y el alcalde de Osorno, Emeterio Carrillo, dieron la bienvenida a Godoy.
Necesita el apoyo de todos
Durante la ceremonia, el Nuncio Apostólico expresó su alegría por “compartir con ustedes esta celebración tan significativa de la Toma de Posesión de la diócesis de monseñor Carlos Godoy, hasta ahora obispo auxiliar de Santiago. Quiero agradecer con ustedes al Santo Padre, por haber proveído un pastor para esta diócesis que estaba vacante por el traslado de monseñor Jorge Concha a Temuco”. Luego llamó a todo el Pueblo de Dios en Osorno a colaborar con el obispo. “Necesita el apoyo de todos ustedes, que tienen una misión importante en la iglesia, todos tenemos la misión de dar testimonio de anunciar el amor de Dios a los hombres y colaborar en su plan de salvación, para gloria de Dios”, dijo el Nuncio.
A continuación del saludo del Nuncio, se leyó la Bula Papal que nombra obispo de Osorno a Carlos Godoy Labraña, tomó posesión canónica y el Nuncio le entregó el báculo, momento en que sonaron las campanas del templo y brotó un espontáneo aplauso.
Tierra de huilliches y colonos
Godoy inició su homilía agradeciendo: “gracias por su presencia y participación en esta Eucaristía que celebramos en el ‘mulumapu’, tierra húmeda, de fuertes lluvias y heladas, con gente fuerte y acogedora, de vástagos campos, de intensa ganadería, tierra de huilliches y colonos que hoy nos acoge”.
También dijo: “Qué bello es cuando un ministerio, una comunidad cristiana, una actividad pastoral, la vida cristiana, acostumbra a beber de la fuente inagotable del Corazón de Cristo” y añadió que “por esa razón, si se quiere una Iglesia distinta, más sinodal, más fraterna y fiel al evangelio de Jesús, no puede sino acostumbrarse a beber de la fuente inagotable que brota del Corazón de Cristo”.
La diócesis fue erigida el 15 de noviembre de 1955 por el papa Pío XII. Tiene casi 300 mil habitantes, de los cuales el 51,8% se declara católico, atendidos por 32 sacerdotes, 19 de ellos diocesanos, en 22 parroquias agrupadas en 4 decanatos.