El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su respeto a la Iglesia Católica y reiteró su admiración al papa Francisco, al visitar a los obispos reunidos en su CXV Asamblea Plenaria, que se lleva a cabo del 13 al 17 de noviembre en la sede episcopal de Casa Lago, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
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De acuerdo con lo informado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el presidente Andrés Manuel López Obrador fue quien solicitó visitar y encontrarse con los obispos; fue recibido por el presidente de la CEM, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, quien le presentó los temas que se están tratando en la asamblea, como el problema de la descomposición del tejido social y el proceso para la construcción de paz en México.
De manera especial -se señala en la nota de prensa de la CEM- “se habló de la preocupación de la Iglesia sobre el problema humanitario de los migrantes en todo el país”.
El valor de la familia en México
En cuanto a la intervención del presidente Andrés Manuel, su discurso versó en torno “a los temas que suele presentar en sus informes durante sus conferencias de prensa diarias, sobre cuestiones de inversión extranjera, empleo, remesas, estabilidad económica, el problema de la drogadicción, entre otros, con datos muy optimistas”.
El presidente destacó el valor de la familia en México, como unos de sus principales valores y fortalezas.
Cabe recordar que en los primeros meses del año el presidente Andrés Manuel minimizó públicamente la opinión de los obispos en torno a las reformas electorales, al afirmar que le preocuparía si el papa Francisco se pronunciara sobre ese tema.
“Aquí hay que entender cómo las élites de todas las corporaciones siempre se unen, se alimentan, se nutren mutuamente, no el pueblo católico, no el pueblo evangélico, no el pueblo laico; hay que diferenciar”, dijo en aquella ocasión el primer mandatario.