A más de 20 km. del Vaticano está la parroquia María Madre de la Hospitalidad, situada en el barrio de Villa Verde al sureste de Roma. El papa Francisco ha pasado la tarde de este jueves, 16 de noviembre, con los sacerdotes del entorno. Tras sortear los atascos romanos, el pontífice llegó a los locales parroquiales sobre las 16:00 h. Más allá de la distancia, en los barrios cercanos se ven las necesidades de una parroquia de periferia, con zonas de pobreza y múltiples edificios de viviendas de protección oficial.
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Auténtica hospitalidad
Como ha hecho en otras ocasiones, Francisco se reunió con los 35 sacerdotes de la vicaría acogido por el párroco, Rocco Massimiliano Caliandro, y el obispo auxiliar Riccardo Lamba. También saludó a algunas de las familias atendidas por la parroquia –una de ellas celebrar sus 50 años de casados–, entre ellas refugiados de África y Ucrania según han señalado los medios vaticanos. El Papa también estuvo en la capilla del Santísimo Sacramento, donde, sentado en una silla de ruedas, permaneció unos instantes en oración.
A lo largo de casi una hora el pontífice conversó con los sacerdotes tras tomarse un café. Entre los temas el trabajo, la Primera Comunión, los sacramentos, la pobreza, la hospitalidad, la asistencia a los grupos socialmente más débiles, la evangelización, según publican los medios vaticanos. El Papa “animó a todos a continuar con el buen trabajo que ya hacen, a seguir estando entre la gente, a proponer continuamente el Evangelio aunque haya dificultades”, señaló Lamba. Francisco se despidió saludando a diferentes fieles y agradeciendo la labor de las parroquias del barrio.