“Agradezco el empeño permanente de esta Conferencia Episcopal que, acompañando al pueblo español en una Transición democrática alabada y admirada por el concierto de las naciones, se empeña permanentemente por asegurar su contribución a mantener la bienquerencia, la concordia y la convivencia en paz, en servicio de todos los españoles. Confío que ustedes y sus colaboradores sabrán acompañar cada situación con sabiduría, prudencia y solicitud”. Así se ha expresado el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, sobre la amnistía, aunque sin citarla directamente.
En su discurso en la apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, que se celebra desde hoy hasta el viernes 24 de noviembre con los abusos a menores y la amnistía como telón de fondo, el representante del Pontífice en España ha compartido el saludo y la bendición del Santo Padre.
Asimismo, ha recordado que “esta Conferencia Episcopal y la Conferencia Española de Religiosos han valorado el Informe del Defensor del Pueblo, de manera especial su acertada decisión de situar a las víctimas en el centro del Informe y en el corazón de sus recomendaciones”.
“Los obispos y los religiosos han considerado ‘valiosas’ las recomendaciones propuestas en el Informe, constatando también que, en buena medida, son convergentes con otras propuestas trabajadas en el seno a la Iglesia ya desde hace tiempo y en el presente”, ha añadido.
De la misma manera, ha agradecido “al Defensor del Pueblo y a su equipo de expertos por su trabajo, y expresamos nuestro compromiso de que las recomendaciones serán examinadas con más profundidad, en colaboración con todas las instituciones y todas las personas de buena voluntad”.
También sobre los abusos ha reconocido que “no podemos y no tenemos jamás que bajar la guardia en la lucha contra el enorme mal y crimen que suponen los abusos sexuales y todos los tipos de abusos en todos los ambientes, en particular en el ambiente de la Iglesia”.
Y ha finalizado: “Esta atención constante para prevenir casos de abusos se conjuga con el profundo dolor por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia con los abusos sexuales y con la petición más sincera de perdón a las víctimas”.