“La sensibilidad y hospitalidad que caracteriza al pueblo canario deja huella también en el modo de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos que llegan a sus costas buscando un porvenir”, escribe Francisco
“¡Gracias por abrir las puertas del corazón a los que sufren!”. Con estas palabras, el papa Francisco ha agradecido hoy “la sensibilidad y hospitalidad que caracteriza al pueblo canario” en la acogida de los miles de migrantes que continúan llegando a sus costas desde septiembre dando lugar a una crisis migratoria sin precedentes desde 2006.
El obispo de Canarias, José Mazuelos, y el de Tenerife, Bernardo Álvarez, han recibido hoy, vía nunciatura apostólica en España, una carta del Pontífice fechada el 3 de noviembre en la que expresa su “aliento y cercanía ante la difícil situación que atraviesa el Archipiélago”.
En la misiva, Jorge Mario Bergoglio agradece el esfuerzo que se está haciendo ante este flujo migratorio, “para intentar dar respuesta a esta situación de emergencia”.
Para el Papa, los canarios dejan huella “en el modo de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos y hermanas que llegan a sus costas buscando un porvenir”.
Asimismo, “al afrontar estos desafíos -continúa-, que comprendo no son nada fáciles, les pido que no se desanimen y que sigan construyendo redes de amor y faros de esperanza que iluminen las sendas de una nueva humanidad, dispuesta a inclinarse, como el Buen Samaritano, para curar las heridas de los que están caídos”.
Y añade: “En los rostros de estas personas, surcados por el sufrimiento, podemos reconocer una mirada que anhela un futuro de paz y de fraternidad”.
La carta concluye invitando a pedir “a Dios que estos anhelos lleguen a buen puerto”. Y subraya: “Que Jesús bendiga al pueblo canario y la Virgen Santa lo sostenga con su protección maternal”.