“Dios creó dos géneros, masculino y femenino y no 60 géneros”. Con estas palabras ha expresado su opinión acerca del último documento de Doctrina de la Fe el teólogo alemán y cardenal Gerhard Muller, ex prefecto del mismo Dicasterio vaticano.
- BLACK FRIDAY: suscríbete a la revista Vida Nueva en papel con un 20% de descuento
- PODCAST: Agua sin vetos: bautismo sin excepciones
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“Cada deterioro del cuerpo humano es y sigue siendo un pecado a los ojos de Dios. Naturalmente, hay casos muy raros en la naturaleza de individuos que nacen con aspectos tanto masculinos como femeninos: los hermafroditas. Evidentemente estamos hablando de pequeños porcentajes. En la naturaleza, los niños también nacen sin brazos o con otras discapacidades. Esto no significa que la Iglesia deba legitimar la realidad básica con la que todos fuimos creados, es decir, hombre y mujer”, ha insistido en una entrevista con Il Messaggero.
“Mutilarse es pecado”
“Pueden recibir el bautismo los hermafroditas nacidos con esta peculiaridad, pero no los que hayan mutilado su cuerpo”, insiste Müller. “Me pregunto si esa respuesta se dio porque hay transexuales que piden a los sacerdotes u obispos un segundo bautismo pero con el nuevo nombre que tienen en el registro civil o quieren cambiar el documento de bautismo en el archivo parroquial”.
Sobre si ha cambiado la doctrina de la Iglesia, el cardenal subraya que “mutilarse es un pecado grave a los ojos de Dios. Ciertamente puedo cortarme la oreja, pero es un pecado. El cuerpo humano es templo del Espíritu Santo. Hay personas que cambian de rostro y se someten a operaciones para transformarse también en reptil, como aquel ciudadano francés que fue operado muchas veces porque quería parecer un extraterrestre”.
