Rachel Goldberg, madre de uno de los secuestrados por Hamás, ha lamentado también las consecuencias para “tantos civiles palestinos sin culpa”
Antes de la Audiencia General de este miércoles, 22 de noviembre, el Papa ha dado, de alguna manera, un paso por la paz entre Israel y Palestina: escuchar a las familias de prisioneros y víctimas de ambos bandos.
Después de recibir a las familias israelíes, y tal como recoge Vatican News, Rachel Goldberg, madre de Hersh, un joven de 23 años gravemente herido en un brazo y que fue secuestrado el 7 de octubre por Hamás, ha explicado que el encuentro con Francisco ha sido “muy intenso, aunque breve”, y que el Santo Padre “se ha mostrado muy participativo y compasivo con nosotros”.
“El Papa también nos repitió su deseo de que cesara pronto el ruido de las armas”, ha subrayado la mujer. “Esta situación absurda y terrible que comenzó el 7 de octubre ha producido demasiadas víctimas inocentes, como mi hijo Hersh, pero también como tantos civiles palestinos sin culpa. Nos hubiera gustado tener más tiempo con él, pero hemos sentido todo su apoyo y su cariño”, ha aseverado.
“El Papa Francisco no solo es el líder espiritual de dos mil millones de cristianos, sino también una autoridad moral indiscutible en todo el mundo”, ha admitido la mujer. “También se le escucha mucho en el mundo musulmán, lo que es especialmente importante para nosotros. Y su voz influye en los poderosos de la tierra para que también ellos sean conscientes de que la prioridad hoy es liberar a todos los rehenes”.
“Si hoy se liberan los 50 primeros”, ha remarcado, “no debemos olvidar que hasta 190 siguen en manos de los secuestradores”. Asimismo, ha señalado que “sobre todo, espero que la Cruz Roja pueda visitar pronto a los rehenes; pienso en mi hijo herido en un brazo, pero también en todos los demás”.