Los líderes de las Iglesias cristianas presentes en Belén han optado por cancelar las celebraciones navideñas como modo de “meditar sobre el significado espiritual de la festividad en medio del derramamiento de sangre en la región”.
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Así, tal como recoge Fox News, los Patriarcas y Jefes de Iglesias en Jerusalén, un consejo interdenominacional de obispos y pastores responsables de las iglesias en Tierra Santa, dieron a conocer su decisión el 10 de noviembre a través de una carta conjunta.
“Cada año, durante las estaciones sagradas de Adviento y Navidad, nuestras comunidades cristianas en Tierra Santa se deleitan en sus preparativos para la conmemoración del nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”, escribieron los patriarcas en su carta. “Además de la asistencia a los servicios religiosos, estas celebraciones normalmente han implicado la participación en numerosas festividades públicas y la exhibición a gran escala de decoraciones costosas y brillantemente iluminadas como medio de expresar nuestra alegría por la proximidad y llegada de la Fiesta de la Natividad”.
“Pero estos no son tiempos normales”, continúan. “Desde el inicio de la guerra, ha habido una atmósfera de tristeza y dolor. Miles de civiles inocentes, entre ellos mujeres y niños, han muerto o han sufrido heridas graves”. Asimismo, subrayan que son “muchos” los que “lamentan la pérdida de sus hogares, sus seres queridos o el destino incierto de sus seres queridos. En toda la región, aún más han perdido su trabajo y están sufriendo graves desafíos económicos. Sin embargo, a pesar de nuestros repetidos llamamientos para una alto el fuego humanitario y una reducción de la violencia, la guerra continúa”.
Una paz “justa y duradera”
Por ello, han defendido que su decisión de restar importancia a los actos festivos en la localidad tiene como objetivo resaltar el núcleo espiritual de la festividad en medio de más de un mes de derramamiento de sangre. “Los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén, hacemos un llamado a nuestras congregaciones para que se mantengan firmes junto a quienes enfrentan tales aflicciones, renunciando este año a cualquier actividad innecesariamente festiva”, escriben.
“Asimismo animamos a nuestros sacerdotes y fieles a centrarse más en el significado espiritual de la Navidad en sus actividades pastorales y celebraciones litúrgicas durante este período, con todo el foco dirigido a tener en nuestros pensamientos a nuestros hermanos y hermanas afectados por esta guerra y sus consecuencias, y con fervientes oraciones por una paz justa y duradera para nuestra querida Tierra Santa“, añaden en la carta, en la que aclarando que “las familias de Belén celebrarán la Navidad con misa, oración y sacrificio como lo solicitaron los líderes religiosos. La Navidad será sombría, reflejando los recientes acontecimientos en Israel, Gaza y Cisjordania”.