Ningún problema grave. Ninguna bronca. Esta es una de las principales conclusiones que los obispos españoles han querido trasladar sobre la ‘cumbre’ celebrada hoy en Roma a petición del Papa Francisco para abordar la realidad de los centros de formación de los futuros sacerdotes. Esta visión se contrapone al resultado “problemático” que, según pudo confirmar ‘Vida Nueva’ de primera mano, ofrecería la investigación realizada a los seminarios de nuestro país en el primer trimestre de este año por parte de dos obispos uruguayos, bajo la supervisión del Dicasterio para el Clero.
“No ha pasado ninguna cosa grave en España, he percibido más miedo en los periodistas que en nosotros”, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, después del encuentro con el pontífice argentino. Además, el purpurado despejó la idea de que el encuentro haya sido “para tirar de las orejas o herir a alguien, sino para generar un diálogo cordial”. “Por Jesusito que digo la verdad”, reconfirmó el cardenal arzobispo de Barcelona que añadió cómo el Papa nos invitó a preguntar “a pecho descubierto”.
Omella compartió esta reflexión en presencia del secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, en una rueda de prensa celebrada en el Colegio Española de Roma en la que también ha participado Jesús Vidal, presidente Subcomisión Episcopal del Clero, Jesús Vidal, que será el responsable de aplicar las recomendaciones dadas por el Vaticano en los próximos años para “formar sacerdotes misioneros para una Iglesia en salida”. Según explican los obispos españoles, desde Roma les habría solicitado que apliquen “este proyecto con flexibilidad, sin rigores”.
“El Papa nos ha dicho al principio que podía haber ido a España en lugar de venir nosotros, lo que nos ha relajado”, ha explicado el cardenal Omella, que a la vez ha confirmado “que está más sano que nosotros, porque no ha tosido una sola vez”. A la par, también explicó que no se ha hablado de situación sociopolítica de nuestro país.
“Los pastores nos tenemos que preparar para ese cambio de época”, reconoció Omella en una llamada a conformar pastores en la línea de la sinodalidad marcada por el pontífice argentino. “El Papa nos ha pedido hombres muy maduros, hombres de Dios con los pies en el suelo, que amen a la gente crea o no crea, hombres desde Jesucristo y para Jesucristo”, desveló el cardenal, que anunció que “hemos quedado en leer y estudiar el documento y en establecer un diálogo permanente con el Dicasterio para aplicarlo”.
El cardenal tan solo presentó como desafío la baja natalidad y la necesidad de “reconvertir” los seminarios en lo que a número se refiere para “adaptarse a una nueva realidad”. En España hay oficialmente 86 seminarios. Cataluña, por ejemplo cuenta con un seminario interdiocesano en Cataluña, hay 14 seminarios que acogen en sus casas de formación a seminaristas de otras diócesis, y 40 seminarios que acogen a sus propios seminaristas. De estos 40, 29 son de las diócesis y 15 son seminarios Redemptoris Mater, esto es, del Camino Neocatecumenal. “No hay una estimación sobre la reestructuración, no está delimitado este proceso”, relató el obispo responsable de los seminarios que confió en la posibilidad de una “explosión” vocacional. “No se ha hablado nada específico sobre los seminarios del Camino Neocatecumenal, lo mismo que para el resto”, añadió el prelado.
“No ha salido específicamente el tema de los abusos”, sentenció Vidal de la misma manera que explicó que no hay “una especificidad” de problemas en el seminario. A la par, sacó pecho por haber elaborado una Ratio nacional antes que otros países. “El tema de la formación humana es algo que al Papa le interesa mucho y se ha unido a la dimensión comunitaria”, planteó el también obispo auxiliar de Madrid como ejes vertebradores de la formación para que sean “hombres capaces de generar comunión y sacerdotes que vivan la sinodalidad de la Iglesia”. Sobre la fusión de los seminarios, expuso que animó a continuar en el proceso de reagrupación de los seminarios: “Más de la mitad de las diócesis españolas ya tienen experiencia de colaboración para la formación del sacerdocio”. Eso sí, Vidal subrayó que se les ha pedido “cuidar la heterogeneidad cultural de España” en esta etapa de unificación.
En esta misma línea, el obispo responsable de los seminarios ha subrayado que el Papa les ha pedido formar “hombres verdaderamente maduros” que cuiden “la cercanía con Jesucristo desde una relación personal, enraizados en la realidad y la cultura actual”. Así, según Vidal, Francisco reclamó de los futuros sacerdotes “un corazón de pastor a las necesidades de los hermanos”. Esto se traduciría en configurar “un único proceso en cuatro etapas”, donde se ponga énfasis el carácter comunitario “porque al final la formación se da en las relaciones adecuadas” para fortalecer a la vez “la dimensión pastoral y evangelizadora”.
Preguntado por Vida Nueva sobre las constantes quejas de Francisco sobre el “escándalo” de los sacerdotes jóvenes que acuden a “sastrerías eclesiásticas” para confeccionarse “sotanas y roquetes con encajes”, Vidal admitió que esta alerta la ha puesto sobre la mesa el Papa.
Según la nota de prensa del Episcopado, los obispos mantenido “una extensa conversación” de más de dos horas con el Obispo de Roma que comenzó con un saludo por parte del presidente de los obispos españoles y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. Sobre la mesa, según relata la nota de prensa, cuestiones claves de la formación de los seminaristas como los ámbitos pastorales, espirituales, teológicos, humanos…
Además del diálogo con el Papa, los obispos también han podido hablar con los responsables del Dicasterio para el Clero con el fin de desarrollar las recomendaciones que dadas. En cualquier caso, García Magán destacó que la ‘Ratio’ nacional, esto es, la hoja de ruta para los seminarios, ha sido valorada sobre el papel “muy positivamente” por la Santa Sede.
La cita arrancó a las ocho de la mañana por el cardenal capuchino, Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, que preparó el camino del diálogo con una meditación sobre la necesidad del encuentro personal con Cristo de los futuros presbíteros.