“La historia de la diócesis de Madrid es la historia de la generosidad de los cristianos madrileños”

Aforo completo en el madrileño espacio O_lumen de los dominicos para participar en la presentación de ‘Historia de la diócesis de Madrid’ (PPC), firmado por los teólogos e historiadores Juan María Laboa y Luis Carlos Gutiérrez Martínez-Conde, una obra que aborda este siglo y medio de caminar de la Iglesia de la capital de España.

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“La historia de la diócesis de Madrid es sorprendente puesto que cuando se crea es una ciudad pequeña, casi pueblerina, pero con intentos de una burguesía de ponerla a tono con las grandes capitales de Europa en medio de una España pobre”, defendió  Laboa sobre el trabajo realizado mano a mano con Gutiérrez. El veterano historiador estuvo arropado en el acto por los sacerdotes Agustín Rodríguez Teso y Santos Urías, además de por el director global de PPC Editorial, Pedro Miguel García Fraile. En el patio de butacas se encontraban, entre otros, los cardenales Carlos Osoro y Aquilino Bocos, Dolores Aleixandre, José Ramón Amor Pan…

Cohesión y enfrentamiento

Laboa desveló que el libro responde a un encargo directo del ya arzobispo emérito Carlos Osoro: “Me insistió con simpatía y cercanía”. “Esta diócesis es la menos nacionalista de España, porque la mayoría de sus sacerdotes no son de Madrid al igual que la mayoría de los habitantes no son de aquí”, aseveró el historiador, que apuntó cómo se conformó “un clero poco cohesionado que ha provocado que en muchos momentos estuviera desintegrado y enfrentado, pero a la vez capaz de crear espacios de acogida y colaboración”.  En su mirada al pasado, sin citar nombres, Laboa elogió a “obispos que son capaces de luchar por la cohesión, especialmente entre sacerdotes diocesanos y religiosos”, frente a “otros que han puesto zancadillas sin darse cuenta de sus consecuencias”.

Gutiérrez Martínez-Conde señaló que esta obra “habla de una historia muy real, muy a pie de tierra”. “Es una historia de amor, porque los autores queremos esta tierra, esta Iglesia”, expuso justo después. “Juan Mari ha vivido por y para la Iglesia de Madrid y ha contado con una parroquia flotante”, elogió a su compañero de andaduras. En cualquier caso, aseveró que “la historia de la diócesis de Madrid es la historia de la generosidad de los cristianos madrileños”.

Preocupación por los suburbios

“Los problemas de estos 138 años siguen siendo los mismos como la preocupación de los suburbios y el reto de la migración”, expuso Agustín Rodríguez Teso, párroco de San Agustín, que lo confirmó en primera persona desde su experiencia directa “con gente que vive en la Cañada Real, que encarna a todos aquellos que en este tiempo se han visto a abocados a ser el vertedero de Madrid”. Rodríguez Teso reivindicó el papel de Pueblo de Dios en construir este devenir. “La historia siempre es contar la sucesión de una serie de acontecimientos que nos impactan y este libro es un manojo perfecto de relatos de este pueblo”, subrayó, elogiando la obra como un relato “adictivo y que engancha”. “Tengo la sensación de que en este pontificado de Francisco algo ha cambiado y nos ofrece nuevas posibilidades y perspectivas”, señaló mirando al futuro de la mano del cardenal José Cobo, pero con agradecimiento a los eméritos Antonio María Rouco Varela y Carlos Osoro.

Por su parte, Santos Urías destacó de ‘Historia de la diócesis de Madrid’ que “no solo se realiza una mera lectura documental de los hechos, sino que además ofrece criterios, lo que supone una riqueza”. Alumno de Laboa en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, el párroco de San Cayetano puso en valor cómo el libro es capaz de mostrar cómo “la Iglesia es el reflejo de cómo son de plurales y diversos las comunidades, los hogares y los barrios”. “La facilidad con la que los autores nos llevan por salas históricas pero también deteniéndose en aspectos como los seminarios o la vida religiosa logran atraerte”, valoró Urías.

“Muchas veces dejamos caer que vivimos momentos críticos, pero cuando uno echa la vista atrás gracias a este libro a episodios de la Guerra Civil y de la postguerra, nos ayuda a resituar los acontecimientos y acertar en nuestras respuestas pastorales”, compartió el sacerdote.