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La pregunta al aire de Pizzaballa ante los obispos europeos: “¿Qué pasará una vez terminada la operación militar en Gaza?”

Interviene en la asamblea plenaria anual del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y reconoce que “no hay estrategia de salida” para el conflicto





Del 27 de noviembre al 30 de noviembre, localidad maltesa de La Valeta acoge la asamblea plenaria anual del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE). Aunque se desarrolla bajo el lema ‘Nuevos pasos para una Iglesia sinodal en Europa’ y la reflexión en torno al espíritu sinodal está muy presente en el encuentro de los prelados del continente, una gran cuestión emerge en las jornadas: la preocupación por la guerra en Gaza.



En este sentido, una de las voces que ha impactado en la apertura de la asamblea ha sido la de un invitado muy especial: el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén de los Latinos, que habló por videoconferencia y que mostró con crudeza la difícil situación que se vive en Tierra Santa desde que el 7 de octubre Hamás atentara contra Israel y la contundente respuesta del Gobierno de Netanyahu en la Franja de Gaza.

Incertidumbre

Como ha compartido la agencia SIR, que ha tenido acceso al mensaje del purpurado, este reconoció que “es difícil ver cómo puede terminar la guerra. No hay estrategia de salida. Una vez terminados los bombardeos, una vez terminada la operación militar, ¿qué pasará?”.

De ahí que no dudara en pedir a los obispos que se movilicen de cara a tener incidencia política: “Implíquense con sus gobiernos para que tengan presente la situación y ayuden a estas dos poblaciones a encontrar posibles salidas, porque solos dudo que lo consigan”.

Una delicada ‘diplomacia’

Para ello, el espíritu abierto, fraterno y plural es clave a la hora de ejercer una delicada ‘diplomacia’: “Como Iglesias, es importante intentar utilizar un lenguaje que no sea excluyente”, pues, en un contexto de fuerte enconamiento entre Israel y Palestina, es clave hacer ver que “estar con uno significa estar contra el otro”.

Sobre la situación actual en Gaza, Pizzaballa detalló que, ahora mismo, en la Franja hay unos mil cristianos reunidos en dos complejos. Unos 700 están refugiados en las dependencias de la Iglesia católica latina y otros 200 están en las de la Iglesia ortodoxa. Y es que, pese a las dificultades, tratan de no dejar su hogar y aguantar: “Nuestros cristianos no quieren irse; simplemente, porque no saben adónde ir”.

Situación límite

Y eso que la situación es prácticamente límite: “La mitad de los edificios están destruidos y todas las infraestructuras están destrozadas. No hay agua ni ningún tipo de suministro”. Sobre el coste emocional que se está generando con esta crisis, Pizzaballa alertó de que “hay un odio profundo y un fuerte resentimiento entre los dos bandos”.

Gintaras Grušas, arzobispo de Vilna y presidente de la CCEE, también habló sobre la situación en Gaza en su discurso de apertura. “Hoy, más que nunca, el mundo necesita la paz”, clamó. Y es que la guerra es siempre “una derrota para la humanidad”. En esa línea, enfatizó que “renovamos nuestro llamamiento a un alto el fuego definitivo, a que continúe la liberación de rehenes y a que se mantengan abiertos los corredores humanitarios a Gaza”.

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