Una iniciativa en Change.org intenta evitar que un convento de Granada se venda a una orden budista

Un conjunto de vecinos de Granada ha comenzado una petición en online para evitar la venta del antiguo convento de las Vistillas, ubicado en el barrio del Realejo de la ciudad, a una orden budista originaria del Reino Unido.

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Tal como informa Europa Press, el texto de la petición, lanzada por un particular a través de la plataforma digital ‘Change.org’, se detalla que, “una vez más, el patrimonio de la querida Granada se ve afectado”, en esta ocasión en el barrio del Realejo y más concretamente en este convento de los Ángeles, ya sin actividad como templo contemplativo católico.

Es un “convento fundado allá por el año 1538 (485 años de historia que le preceden nada más y nada menos) y desamortizado y expoliado en estos años anteriores con más de 200 obras perdidas”, destaca la petición, que ha reunido desde su lanzamiento la semana pasada más de 130 firmas de apoyo.

Contó con una “Santa Margarita de Cortona perteneciente a la escuela de Mora (cumbre del Barroco), un magnífico crucificado de Pablo de Rojas y tantas obras de autores cumbres que se han perdido en el expolio sufrido” en este “humilde” convento del Realejo.

“El patrimonio se conserva, no se vende”

“Pero con todo y con eso los granadinos despertábamos a principios de semana con que el convento cerrado desde hace algunos años había sido vendido por 2,5 millones a una orden budista fundada en el Reino Unido”, incluyendo “un proyecto de cafetería y parque mirador”.

Mientras, “los granadinos una vez más viéndolas venir y dejando que” el patrimonio de la “rica pero cada vez más pobre ciudad se convierta en cenizas que se lleva el viento”, agrega, enfatizando que “el patrimonio granadino se conserva y protege, no se vende”.

Expone en este contexto, que “la ciudad lleva tiempo reclamando un lugar para hacer un museo destinado al Barroco o a la propia figura de la Semana Santa Granadina con tanta historia”, por lo que este inmueble puede encajar “perfectamente en las pretensiones”.

Se trata también para los promotores de que la petición “llegue a ojos” de Ayuntamiento, Junta y Arzobispado “puesto que Granada se merece proteger su belleza, no que ésta sea destruida”.