“Como ven, todavía estoy vivo”. Con estas palabras recibía el Papa este jueves a los participantes en el seminario sobre ‘Ética en la gestión sanitaria’, que se está celebrando estos días en Roma. Aún enfermo, pero con sentido del humor, Francisco continúa adelante con su agenda aunque, como él mismo ha reconocido, “el médico no me dejó ir a Dubai” a participar en la apertura de la COP28.
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“La razón es que hace mucho calor ahí, y se pasa del calor al aire acondicionado. Y esto en esta situación bronquial no es conveniente”, explicó el Papa, que tiene una bronquitis infecciosa desde hace casi una semana. “Agradecer a Dios que no fue una pulmonía. Es una bronquitis muy aguda, infecciosa. Ya no tengo fiebre, pero todavía siguen los antibióticos y esas cosas”, ha señalado.
Conservar la salud
Además, Francisco ha agradecido a los presentes esta “visita que me complace tanto”. “La salud tiene como una cosa contraria, es fuerte y frágil a la vez”, ha dicho. “A mí me gusta mucho la medicina preventiva, porque previene antes que vengan los acontecimientos. Yo les agradezco lo que hacen. No sólo buscar soluciones médicas, farmacológicas, sino también acariciar la salud, es decir, pensar sobre el bien de la salud y cómo conservar ese bien”.
Sin poder alargarse en palabras, el Papa ha vuelto a agradecerles su presencia y ha pedido perdón por “no poder hablar más, pero no me da el cuerpo”. Por ello, ha pedido a cada uno de los presentes que se acercase uno por uno a saludarle: “Lo que sí me gustaría es saludarlos, así que, si hacemos rapidito, viene uno por uno, se acerca. Perdónenme si permanezco sentado y los saludo, uno por uno”.