“Las personas con discapacidad también tenemos derecho a formar parte de esta gran familia que es la Iglesia”

“¿Cómo te ve Dios?”. Es la pregunta que María Ángeles Aznárez, catequista de un grupo con personas con discapacidad en Cuenca, le hace a una de sus catequizandas, Henar Balgañon. Ella lo escribe en su tableta y esta responde: “Super genial, porque nosotros también tenemos el derecho y la obligación de formar parte de esta gran familia que es la Iglesia”.

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Henar, de 25 años, va a lo concreto. Por eso, cuando María Ángeles relata anécdotas sobre cómo se viven las celebraciones en su parroquia, ella levanta la mano y aprieta el botón para decir con contundencia: “Las misas para nosotros son terapéuticas”. Más tarde, vuelve a interrumpir la conversación para sostener entusiasmada que “la Iglesia se adapta a nosotros”.

Ellas dos, junto a la Hna. María Granados, que trabaja en la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, han sido las protagonistas de la presentación del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra el próximo 3 de diciembre.

La Conferencia Episcopal Española se une a través del Área de Pastoral y Catequesis para Personas con Discapacidad de la Comisión a este día con el lema ‘Tu y yo somos Iglesia’.

Trabajo activo desde 2020

Desde 2020, la CEE trabaja con este grupo en el que como la religiosa ha señalado, se trabaja directamente con estas personas: “El grupo es desde ellas, por eso hay una persona con discapacidad visual, dos de movilidad, otra intelectual y varias personas con un servicio muy rico a la discapacidad”.

María Ángeles ha dado testimonio de su ser y hacer con su grupo. “Cada martes vienen todos a su casa, porque saben que Dios les ve perfectos, porque son obra de sus manos”, ha recordado.

En los materiales de la jornada, el obispo responsable, Romà Casanova, defiende que la Iglesia se une a este día “dando luz y compartiendo vida, porque son muchas las personas con discapacidad que forman parte de la Iglesia, del ‘nosotros’ eclesial que camina unido”.

“¡Sí!, las personas con discapacidad son también parte viva de la Iglesia, receptoras y transmisoras de la buena noticia del evangelio”, remarca.