Entrevistas

Macarena Olona: “Encuentro el perdón en la oración”





La política que estuvo ligada a Vox ha publicado ‘Soy Macarena’ (Esfera), un libro en el que habla de su trayectoria en el ámbito político y trata muchos entresijos sobre las principales figuras de la formación liderada por Santiago Abascal. Pero sus páginas contienen un plus, ya que se abre en canal hablándonos de su propia vida, su concepción del feminismo, de la resiliencia, sin olvidar la formación de nuevo cuño de la que es presidenta: Caminando Juntos.



PREGUNTA.- ‘Soy Macarena’ suena a aquí estoy yo y voy a contarles todo lo que no imaginaban. ¿Es así?

RESPUESTA.- No son unas memorias ni una autobiografía, sino un cuaderno de viaje. Irrumpí en la vida de los ciudadanos sin pedir permiso, por la tele, por YouTube, por la prensa… y hasta ahora solo han conocido al personaje público. Arranco con mi infancia y concluyo en mi momento actual en el que he retomado mis responsabilidades en la abogacía del Estado. Hay una parte importante que afecta a mi período en Vox, y es que debía algunas explicaciones públicas que están plasmadas en el libro. He recibido un acoso que no se lo deseo a nadie. Y ante mi leal silencio, debía contarles a las bases que se encuentran ante una estafa. Vi en Vox algo que era la antítesis de un partido político. La formación de hoy no es la de ayer, y su deriva ha hecho que me apartara. (…)

Adicciones paternas

P.- Cuando tenía 13 años, su padre se marchó…

R.- Fue un acto de inmenso amor… se marchó porque no quería arrastrarnos al infierno de las adicciones en las que vivía. Cuando él falleció tuve claro que por fin podía descansar, porque allí donde esté, que espero que sea el cielo, no le pueden acompañar sus demonios. (…)

Francisco y Abascal

P.- ¿Por qué el papa Francisco cae mal en Vox?

R.- Para mí, el Papa atrae a la feligresía para abrazarlos con el amor de Dios. Me parece fatal que Abascal le llamara por su nombre para desproveerle del título de Santo Padre. Hay personas que tienen todo el día el nombre de Dios en la boca, pero practican muy poco la caridad cristiana. Soy una mujer profundamente cristiana, aunque haya vivido períodos apartada de Dios, pero he vuelto a reencontrarle. Y eso que soy madre soltera, divorciada y por esos rasgos me han fustigado dentro del partido por no responder al paradigma del “buen católico”. Pero esas voces son minoritarias en la Iglesia. Dios predica el perdón y yo he encontrado en el camino a hombres de Iglesia que me han mostrado su apoyo y su afecto. Estoy en permanente comunión con Dios y con la Virgen y encuentro el perdón en la oración.

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